

Secciones
Servicios
Destacamos
SERGIO LORENZO
Domingo, 16 de marzo 2014, 01:36
A partir de las nueve de esta mañana, en el Parque del Príncipe se celebrará el Día del Árbol organizado por la Asociación Cultural Amigos del Parque del Príncipe (Acapap), contando con la colaboración del Ayuntamiento.
El lugar donde se desarrollarán las actividades será junto a la Estufa Fría. Aquí se entregarán bandejas forestales a los asistentes con siete clases de árboles. También se colocarán placas identificativas a varios ejemplares, y a las once comenzarán las visitas guiadas para el invernadero y zonas del parque.
A la una se entregarán los premios del primer Certamen de Relatos Cortos Parque del Príncipe. El primer premio, dotado con 200 euros, será para Carmen Rodríguez Cillán; y el segundo premio (100 euros) para Ana Fernández Robledo, alumna del colegio público Dulce Chacón de Cáceres. Tras la entrega de premios habrá una barbacoa con precios populares.
Será un día para disfrutar del gran pulmón verde de Cáceres, que en sus 22 hectáreas recoge más de 1.000 especies diferentes de árboles, arbustos y palmeras, destacando su colección cactus y rosaledas con 50 variedades. En este paraje hay 80 especies de aves. Es un día en el que se podrá acceder al invernadero de la estufa fría, en el que hay plantas venidas de otros países, con orquídeas, plantas colgantes, helechos y plantas carnívoras; y se podrá admirar el museo de esculturas al aire libre compuesto de 26 piezas, algunas de ellas de escultores de primera línea, como Amador Rodríguez, José Luis Sánchez y Aurelio Teno.
La obra de Carmen Rodríguez que ha ganado el primer certamen describe muy bien lo que significa el Parque del Príncipe para muchos cacereños.
Relato
Empieza así: «Navegando en las profundas aguas del recuerdo, encuentro trazos de mi vida unidas al que considero y seguro que más gente, el mejor y más grande tesoro natural encerrado en medio de nuestra ciudad, Cáceres, nuestro Parque del Príncipe. Es curioso como cuando eres un niño o en la adolescencia, no eres capaz de apreciar ciertas cosas, ni dar demasiada importancia a ciertos recuerdos, pero con más edad, más experiencia y más nostalgia quedan impresos en tu vida, llegando a contemplarlo todo de manera muy distinta. Ahora me doy cuenta, que el Parque del Príncipe siempre ha estado presente en mi vida desde bien niña, y que su alma y la mía han estado siempre unidas desde aquella tierna infancia». Narra la forma en la que ahora disfruta del parque, como lo vivió en la infancia y en la difícil etapa de la adolescencia, «cuantos problemas solucionados, cuantos desahogos y melodramas escuchados por los árboles, en especial la higuera. Esa majestuosa higuera del centro del parque, considerada por todas como nuestra cortina natural, ante la mayoría de miradas de extraños y curiosos, y que también nos permitía en muchas ocasiones 'espiar' sin ser vistas. En definitiva era nuestro refugio, nuestro pequeño oasis, nuestra isla 'secreta', en medio de nuestro parque».
Esa higuera es la que nos enseña Antonio García Rico, fotografiándose con ella. Jardinero desde hace 25 años, es uno de los fundadores de la asociación Acapap, creada hace cinco años y que ya tiene 300 asociados, 15 de ellos jardineros del parque. Antonio García comenta que esta higuera es de las que ya estaban en este terreno cuando Icona hizo el parque en los años setenta, otra planta que ya estaba es un Guayabo de Brasil que aún da sabrosos frutos. Considera que para ver bien el parque hay que estar una semana, «aquí hay miles de cosas que ver, desde árboles monumentales a una colección de robles que es de las más importantes de España, hay orquídeas silvestres, coníferas, árboles mediterráneos, atlánticos, una colección de palmeras, y el invernadero de la estufa que, en sí, ya es para verlo un día».
Entre las zonas que más le gustan está la de la entrada por la avenida Rodríguez de Ledesma, «me gusta el serpentín, en donde en unos pocos metros cuadrados hay numerosas especies de arbustos; y también me gusta la zona del regato de Aguas Vivas, que es la más natural y da trabajo cuidarla, más que hacer botijos con setos. A mí esas figuritas no me gustan nada».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.