El 'oro invisible' en promesa salva la actuación extremeña

Houssame Benabbou se reivindicó en su único instante en el que los flashes le apuntan para dejar constancia de su oro invisible. «Quiero la nacionalidad ya», gritaba mientras cruzaba la línea de meta en primer lugar. El atleta de origen marroquí salvó el honor extremeño a pesar de que su espectacular triunfo no quede inmortalizado con su foto en lo alto del podio por culpa de la burocracia.

Las chicas se defendieron bien en una carrera de enorme nivel. Sonia Bejarano fue la mejor extremeña entrando duodécima y octava española. «Venía con muchas ganas, prueba de ello es la salida que he hecho que ni yo misma pensaba. Me he marcado una vuelta en cabeza, pero no es lo ideal para alguien que quiere hacer podio, necesitas ir más resguardada». La atleta cacereña no cree que haya pesado la responsabilidad de la plata que defendían. «Con 32 años la presión nadie me la pone. Sé que las medallas antes de las carreras se regalan y se consiguen sin esfuerzo, pero había que pelearlo porque este año el nivel era tremendo. No es nada fácil hacer podio. El año pasado tuvimos un nivel espectacular con tres en puestos de finalistas». Bejarano subrayó la ausencia de Cristina Jordán y el abandono de Teresa Urbina, afectada por la gripe de la última semana. «Cristina tenía que ser una tercera a puntuar. Nos quitan una fuerza muy importante. Venimos con un buen equipo, pero cuando hay cuatro de nivel muy parejo en el momento que falle una ya no hay equipo. El año pasado la cuarta fue Raquel y gracias a ella conseguimos el segundo puesto».

Tania Carretero lleva subiéndose a un podio desde que tenía 13 años, de ahí que ahora con su salto a senior tenga que asimilar su cambio de rol. «Las mayores corren mucho, estoy contenta con el resultado del primer año. Tengo que seguir cogiendo experiencia y aprovechar para ir aprendiendo». Aún así la sanvicenteña se siente satisfecha. «Me he encontrado bastante bien, cómoda en las primeras vueltas y en la tercera he pecado un poco de salir tan adelante y he sufrido».

Pablo Villalobos vivió una jornada especial. «Es una carrera diferente. Te levantas en tu cama, desyunas con la familia, preparas a la peque, te vienes andando al circuito y todo el mundo te saluda. Es una experiencia que guardaremos para siempre». El atleta afincado en Mérida esperaba estar más adelante. «He sido el primer extremeño y me quedo con ese pequeño consuelo de haberme tomado un poco de revancha con Riki (Rosado) del Campeonato de Extremadura».

Ricardo Rosado se mostraba contento con su actuación. «Ha sido una carrera muy dura, la gente ha corrido muchísimo. Me he dejado la piel entrenando seis meses y hoy aquí corriendo».

La última opción de medalla pasaba por las piernas de la junior Marta Bote, aunque no pudo ser y entró séptima, exahusta. «El problema es mi carrera, pero ha sido increíble porque he tenido a mi club organizando todo esto». La de Arroyomolinos iba a por todas. «Me guio por mis sensaciones, no por el puesto. Creo que hubiese hecho peor carrera con otra táctica, pero se aprende de los errores».