Los anglófonos de la mesa redonda

En realidad no es una mesa redonda sino cuadrada y son varias, pero el nombre de la asociación que convoca se llama 'The Roundtable', o mesa redonda. Parte de las personas que acuden a la cita todos los viernes son anglófonos, es decir que tienen el inglés como lengua nativa, pero la mayoría son cacereños o residentes en la ciudad que comparten un mismo objetivo: avanza en su inglés a través de la conversación, de la práctica del idioma de forma distendida e informal, como pueden hablar los amigos en un bar. De hecho, la cita es en un conocido local de la noche cacereña, la Sala Cameron. Viernes, de 9 a 12 de la noche, antes de que el local se llene con su clientela habitual.

Para quienes quieran practicar desde este mismo momento, éste es un mensaje de Clare Mottran, la presidenta de la asociación Roundtable, profesora de inglés en Cáceres desde hace 15 años: «come and join us any friday» («Ven y únete a nosotros cualquier viernes»). Cualquier persona puede sumarse, no importa el nivel de conocimiento que tenga, desde el más bajo al más avanzado o incluso si se es de un país anglófono. «Nos reunimos para hablar inglés en un ambiente social», afirma.

La asociación nació de la mano de dos profesores de inglés en agosto de 2012, el matrimonio formado por un español, Jon Alonso, y una inglesa, Sarah Clarck, con el objetivo de fomentar el aprendizaje y la práctica del idioma de forma divertida. Es una asociación sin ánimo de lucro que, además de las reuniones Roundtable, organiza otro tipo de actividades culturales y lúdicas como jornadas de inmersión lingüística en Jarandilla o celebraciones de fiestas anglosajonas, como el Día de Acción de Gracias, Halloween o el Día de San Patrick (San Patricio), este último el pasado domingo.

Esteban Gil, arquitecto técnico cacereño, forma parte de la asociación y explica que los socios pagan una cuota de 12 euros anuales para organizar distintas actividades, aunque las reuniones Roundtable son gratuitas y de participación libre para cualquier interesado. Cualquier persona puede acercarse a la Sala Cameron un viernes, aunque a la entrada debe inscribirse para e informarse de cómo funciona la convivencia. Cada participante se coloca una pegatina del color que le corresponda a su nivel de inglés. Para los menos preparados es azul; verde para quienes tienen algo más de conocimientos; rojo, para el nivel intermedio; plata para los avanzados, y dorada para los nativos. Esta identificación facilita las presentaciones y el intercambio, de tal manera que un principiante puede sentarse al lado de un avanzado para aprender. Esteban Gil explica que cada uno se sienta donde quiere, pero cada cierto tiempo suena una campana para cambiar de sitio y favorecer la rotación. Acuden a la cita entre 20 y 30 personas, incluso 60 a veces, con edades comprendidas entre los 20 y los 40 años y suele haber entre dos y seis nativos.

«Es una forma de aprender inglés en un ambiente relajado y tomando algo e intentamos introducirnos también en la cultura anglosajona», afirma Esteban Gil.

«Me parece una iniciativa genial para aprender inglés y también para conocer gente», apunta Gema Alonso, de 31 años, quien resalta que se trata de la única iniciativa que hay en Cáceres para practicar el inglés. Participa porque le encanta viajar y vivir en el extranjero, «y sin el inglés no puedes estar en ningún país».

Jessica Killaspy, de 23 años, profesora de inglés en Cáceres desde septiembre, afirma que en su país, Inglaterra, «no existen grupos así para practicar otro idioma». En su caso, acude a las reuniones no para aprender sino para conocer gente y hacer amigos.

Santos Vega, madrileño de 29 años, trabaja en Cáceres y le interesa la iniciativa «por motivos profesionales y también por gusto; sin inglés no te puedes mover por ningún país extranjero. Te puedes gastar mucho dinero estudiando gramática, vocabulario y demás, pero si no lo practicas no te sirve de nada».

La asociación tiene perfil en facebook (Theroundtablecc) y web (Theroundtablecaceres.com).