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El Cáceres se pasea ante el Azpeitia
LEB PLATA

El Cáceres se pasea ante el Azpeitia

Mantiene el segundo puesto en una jornada donde no fallaron los favoritos

JUAN CARLOS RAMOS

Domingo, 23 de marzo 2014, 09:28

No se dejó sentir la victoria del Fuenlabrada, actual líder, en el ánimo de los jugadores del Cáceres. A pesar de saltar a la cancha asumiendo que el primer puesto y, por tanto el ascenso directo, se presenta como casi inalcanzable, los cacereños ofrecieron todo un recital de baloncesto y dejaron claro que se encuentran en un momento muy saludable para afrontar lo que resta de temporada con garantías y optar al ascenso a la Adecco Oro, ya sea por el atajo directo o por la vía larga.

Despedida en casa a la liga regular que supuso un autohomenaje a costa de un muy discreto Azpeitia, que sólo fue competitivo en pequeños ramalazos al inicio de cada parte. El primero de ellos, en el arranque del choque, se apoyó en la fortaleza en el rebote ofensivo a través de las acciones de Uclés y Okoye, que fue capaz de ganar en primera instancia su duelo particular con Montañana bajo los tableros. De esta forma, los cuatro minutos iniciales se saldaron con 4-12 que motivó el tiempo muerto de Ñete Bohigas para reconducir la situación y dar entrada a Luis Parejo con el objetivo de incrementar varios enteros la intensidad que su equipo estaba plasmando sobre la cancha. La apuesta dio resultado. El Cáceres comenzó a apretar los dientes en defensa y desató todo su arsenal en ataque, con una sucesión casi inagotable de triples de la mano de Parejo y Rakocevic que materializaron un parcial de 11-0 en apenas dos minutos. Poco a poco fueron creciendo las dudas en el Azpeitia y ni siquiera el parón de Íker Bueno dio resultado. De ese parcial de 4-12 se pasó a otro demoledor de 24-5 para cerrar el cuarto en un 28-17 que dejaba expedito el camino hacia la cuarta victoria seguida verdinegra.

Exhibición de Marco

A esas alturas, José Antonio Marco ya había comenzado a hacer de las suyas. El base del Cáceres, inmerso en una exhibición de dirección de juego, se hartaba de repartir asistencias (11 en total) para las posiciones de los francotiradores locales, que antes del descanso llegaron a firmar un 60% desde los 6,75 metros. Ese acierto desde la línea de triples fue minando la confianza del Azpeitia, que entró en estado crítico cuando Okoye, su jugador más combativo, cometió su tercera falta personal (44-23, minuto 15). El técnico guipuzcoano dispuso entonces una defensa en zona para intentar reducir distancias, pero entonces se chocó con la falta de intensidad de sus jugadores, que propiciaban una y otra vez claras posiciones de tiro para los extremeños. Sólo la permisividad defensiva local permitió que el tanteo al descanso resultara más escandaloso que ese 54-35.

Y cuando parecía que el Cáceres Patrimonio iba a sacar los colores al Azpeitia, se repitió el guión del inicio de la primera parte. La presión del equipo vasco a media cancha desencadenó un intercambio de canastas donde Lasa sacó todo su carácter de jugón. El Cáceres no es que dejara de anotar, más que nada porque los jugadores interiores visitantes estaban cargados de faltas y para evitar irse al banquillo evitaban meter el hombro en el último movimiento. Pero es que la defensa cacereña en la primera mitad del tercer cuarto distó mucho de ser la de los últimos diez partidos. Un total de 21 puntos en contra en esos cinco minutos abrió el partido de forma increíble (66-56). Por suerte, Juanma Ruiz se encargó de mantener las distancias con un par de triples seguidos, al tiempo que Marco neutralizaba en ataque lo que su equipo dejaba escapar en defensa. Y para que el guión fuera idéntico, la entrada de Luis Parejo por Duane James volvió a trasladar la intensidad a la pista y permitir que la victoria no peligrara de cara a los últimos diez minutos (74-59).

Esa tensión en el juego se transportó también al último periodo, coincidiendo con la presencia de Luis Parejo en el cinco. Aparentemente recuperado de su lesión, un triple suyo plasmó la máxima en el minuto 32 (81-59). Ñete Bohigas insistía desde el banquillo en no convertir esos minutos en prescindibles tal y como sucedió hace dos semanas ante el Cambados. Por eso, puso sobre el parquet a hombres con ganas de demostrar cosas, tales como Bayle o Medina. Precisamente el colofón al partido vino de Medina y su asociación con Carter, que dibujaron un perfecto 'alley-oop' en una de las últimas acciones del choque para deleite de los aficionados, que se despiden de la liga regular en casa y se emplazan ya al primer partido de los play-offs de ascenso a la Adecco Oro. Eso si no hay carambola. Quién sabe.

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