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Vecinos de la calle María Luisa de Carvajal miran la valla que corta el tramo de la vía que sale a la avenida Antonio Cuéllar Gragera. :: J. V. A.
Tres años con una calle cortada
BADAJOZ

Tres años con una calle cortada

Se valló con motivo de la construcción del nuevo edificio de Promedio en la barriada de Pardaleras Los vecinos de María Luisa de Carvajal piden que la vía se reabra cuanto antes

TANIA AGÚNDEZ

Miércoles, 26 de marzo 2014, 09:10

Tres años llevan los vecinos de la calle María Luisa de Carvajal -ubicada en el barrio de Pardaleras- sin poder utilizar una de las salidas de la vía. Debido a las obras de construcción del nuevo edificio de Promedio en la citada barriada, que se comenzó a levantar a principios de 2011, se cortó al tráfico y al paso peatonal el tramo de la calle que conecta con la avenida Antonio Cuéllar Gragera.

Los trabajos concluyeron a finales de 2012, pero la vía afectada sigue cerrada. «La gente podía entender que durante las labores la zona estuviese vallada, pero hace más de un año que las tareas se terminaron y los vecinos siguen si poder pasar», explica Juan José Martín, presidente de la asociación de vecinos de Pardaleras.

En esta calle viven unas 40 familias. Martín dice que varios de los vecinos le han trasladado sus quejas por las molestias que les genera esta situación. Antes de que la calle estuviese cerrada por uno de sus extremos tenía dos entradas y salidas: una por la avenida Antonio Cuéllar Gragera (que permanece clausurada) y el segundo acceso se realiza por la calle El Cordero. Este último vial es el que utilizan los vecinos que tienen su domicilio en la calle María Luisa de Carvajal, teniendo que dar un rodeo para ir a comprar o conectar con una de las arterías principales de Pardaleras como es la avenida Antonio Cuéllar.

«Es muy incómodo, porque yo voy a comprar a las fruterías y otras tiendas de conveniencia situadas en la avenida y tengo que dar toda la vuelta para llegar. Si estuviese abierto ese tramo de la calle podríamos salir directamente y llegaríamos en un momento», manifiesta Ventura Pérez, que habita en esta calle.

«Si continuasen las obras no tendríamos más remedio que aguantarnos. No queda otra. Pero es que los trabajos se han terminado hace más de un año y seguimos igual. Al final este tipo de situaciones siempre nos perjudican a los vecinos», agrega por su parte Francisco Espinosa.

Los vecinos alegan que esta circunstancia provoca también problemas a los conductores. La calle es una vía estrecha de doble sentido. Sin embargo, los coches permanecen aparcados a ambos lados de la calzada, lo que reduce el espacio. Los usuarios entran con su vehículo por la calle El Cordero y los vecinos aseguran que muchos tienen que salir dando marcha atrás porque no hay apenas espacio para maniobrar y dar la vuelta. «Esto dificulta los movimientos de los coches. Si la calle estuviese abierta no pasaría», sostiene Martín.

«No podemos entender por qué se ralentiza la apertura de la vía. ¿Y si cualquier día le pasa algo a algún vecino y tiene que venir la ambulancia?», se pregunta Martina Montejano.

Este tramo de calle, de apenas 30 metros de largo, estaba sin asfaltar hasta que comenzó a levantarse el nuevo edificio de Promedio. El tramo del vial afectado por el corte era un terreno sin urbanizar por el que pasaban los peatones y circulaban los vehículos. La urbanización y el acondicionamiento de esta prolongación de la calle María Luisa de Carvajal se incluyó en las obras.

Según explican desde la Diputación de Badajoz, responsable de este centro, la vía sigue cerrada porque se están ultimando algunos arreglos que les reclama el Ayuntamiento de Badajoz para que esta institución pueda recepcionar la calle anexa al edificio de Promedio.

«El Área de Fomento, Obras y Asistencia Técnica a Municipios de la Diputación de Badajoz está trabajando para subsanar algunas cuestiones», apuntan desde la administración provincial.

En concreto, el Consistorio pacense ha pedido que se cambie la pavimentación del acerado en el acceso al paso de peatones para que cumpla los requisitos de accesibilidad. También demandan la sustitución de una tapa de saneamiento y la colocación de las placas con los nombres de las calles.

«Estas objeciones ya se están solventando y estarán listas en breve. Corregidas las deficiencias apuntadas por el Ayuntamiento, éste podrá recepcionar la calle y abrirla al tráfico», manifiestan desde la Diputación pacense.

El edificio, en un mes

En cuanto al funcionamiento del edificio, la Diputación de Badajoz estima que en un mes los trabajadores de Promedio se podrán trasladar a su nueva sede que ya está acondicionada y amueblada. «Por tanto, es muy probablemente se abra al tráfico la calle antes de que el Centro de I+D+i inicie su actividad».

La construcción de este inmueble se enmarca dentro del proyecto europeo del mismo nombre, dotado con un presupuesto global de 6 millones de euros, que son financiados en un 70% por el Fondo Europeo de Desarrollo Rural (Feder) y en un 30% por la Diputación de Badajoz. De este montante, el nuevo edificio ha supuesto una inversión de 2,8 millones de euros.

Actualmente Promedio tiene su sede en el edificio del antiguo Peysan, propiedad de la Diputación de Badajoz, donde comparten espacio con otros servicios de la institución como Asistencia Económica a los Municipios o las Centrales Sindicales.

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