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M. ÁNGELES MORCILLO
Martes, 1 de abril 2014, 10:35
No era bien recibida. Y lo sabía. Por eso la lluvia, que quería ser protagonista ayer en el Teatro Romano de Mérida durante las representaciones inaugurales del Festival de Teatro Grecolatino, llegó, asustó y se fue por donde vino. Dio paso a una jornada inaugural plagada de juventud, buen teatro y ganas de disfrutar y pasarlo bien. Las dos representaciones programadas para ayer, las dos en horario matutino, pudieron representarse sin mojarse público y actores, aunque hubo momentos en los que los jóvenes dieron una pincelada de color al graderío abriendo sus multicolores paraguas. Otra cosa será lo que pase en las obras de hoy y en las de los siguientes días, en las que se augura peor tiempo.
De todas formas, eso no impedirá que, hasta el viernes, miles de jóvenes, concretamente casi 10.000, pasen por el Teatro Romano de Mérida para interpretar o presenciar algunas de las obras de la XVIII edición del Festival Juvenil Europeo Grecolatino, que ayer fue inaugurado de forma oficial.
Un fragmento de la obra de Esquilo 'Euménides', interpretado por los alumnos del taller de teatro del Instituto Santa Eulalia de Mérida, abrió ayer la programación oficial. Le siguió la comedia de Plauto 'Los Gemelos', interpretada por el grupo Balbo del Instituto Santo Domingo del Puerto de Santa María, en Cádiz, que arrancó más de una carcajada al público que llenaba el graderío del Teatro Romano.
Las Euménides, dirigidas en este caso por Juan Carlos Tirado, integrante de Taptc? Teatro, es la última obra de la Orestiada, de Esquilo. Las Erinias, innombrables, por eso se utiliza el eufemismo Euménides (benévolas), son las diosas de la venganza que persiguen a Orestes por la muerte de su madre, Clitemnestra.
En Los Gemelos, la comedia de Plauto, Menecmo y Sosicles son dos hermanos gemelos que fueron separados cuando niños al ser llevado Sosicles de viaje por su padre. Menecmo se pierde y es adoptado por una familia de Epidamno. Su padre, tras la pérdida, muere. Su abuelo, al descubrir su desaparición, cambia el nombre a Sosicles por el de Menecmo. La comedia comienza cuando tienen lugar una serie de acontecimientos y confusiones, debidas al extraordinario parecido entre los hermanos, que terminarán con el reencuentro de los mismos.
Al acto de inauguración asistieron, entre otros, el director del Instituto Santa Eulalia, Felipe Gómez, el responsable de la programación y profesor jubilado del centro, Luis Argüello, el alcalde, Pedro Acedo y el secretario general de Educación de la Junta de Extremadura, César Díez Solís. Invitaron a los jóvenes presentes a disfrutar de los clásicos aprendiendo de ellos y divirtiéndose al mismo tiempo, recordando que las historias que se cuentan en estas obras clásicas están «de rabiosa actualidad y que el pensamiento y cultura grecolatina son la base de muchas de las cosas de las que disfrutamos ahora.
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