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MARÍA JOSÉ TORREJÓN
Viernes, 4 de abril 2014, 10:02
La cueva de Maltravieso, la joya de la corona de la arqueología en Cáceres, cuenta ya con un protocolo de uso. La comisión de seguimiento creada para controlar esta cavidad, cerrada a las excavaciones desde 2008, aprobó ayer este manual con el que se pretende «garantizar la supervivencia de sus pinturas y la labor investigadora», según ha anunciado la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura.
Lo que no se contempla por ahora en ese protocolo son las excavaciones arqueológicas que el equipo Primeros Pobladores de Extremadura venía desarrollando en este enclave desde 2002 hasta su cierre seis años después al detectarse entonces, según la Consejería de Cultura, graves problemas de conservación.
A la reunión de ayer celebrada en Mérida acudió Antoni Canals, codirector del proyecto Primeros Pobladores y miembro del equipo de Atapuerca. Sus impresiones tras el encuentro no parecían demasiado alentadoras. «La cueva va a seguir cerrada; se va a alargar el periodo de estudio y análisis. Y el protocolo no contempla la arqueología», lamenta Canals al tiempo que avanza que su equipo trabajará para intentar cambiar este aspecto.
«El protocolo está muy orientado a la conservación», añade Canals. «Entre las actuaciones permitidas en la cueva figuran los controles y registro de datos y sondas, la toma puntual de muestras para analíticas, visitas especializadas y estudios de arte rupestre. Cada una de estas actuaciones llevan aparejada una limitación de tiempo y del número de personas que pueden acceder en cada momento, limitaciones que estarán sujetas a revisión en función de la evolución de los distintos estudios», señala Cultura.
El manual contempla, por ejemplo, el acceso para tomar muestras relacionadas con la investigación de la conservación de las pinturas, así como de los restos arqueológicos conservados en la cavidad. Eso sí, estas entradas solo se podrán realizar dos veces al mes, con una duración máxima de dos horas por jornada. El acceso estará limitado a cinco personas. También se regulan, entre otros aspectos, las visitas de personal especializado al interior. En este caso, solo se podrán efectuar una vez al mes.
Hay que recordar que durante las excavaciones pasadas, los especialistas y estudiantes de Primeros Pobladores solían permanecer en el yacimiento durante dos semanas, que coincidían en el calendario con la Semana Santa. Este año también estarán en Cáceres durante estas fechas, pero trabajarán en otra cueva: la del Conejar, del 14 al 27 de abril.
El protocolo de uso se ha elaborado en función de los informes realizados estos últimos años por personal técnico del Instituto de Patrimonio Cultural de España, que también se encarga de hacer el seguimiento de la cueva de Altamira. En la reunión de ayer, explica la Junta, se presentaron las conclusiones de estos estudios que indican que «la cueva tiene un grado de contaminación elevada favorecida por las condiciones ambientales y geomorfológicas, pero también por la actividad antrópica realizada». Por todo esto, se «recomienda el cese de la excavación y continuar con el control microbiológico para estudiar posibles tratamientos puntuales».
La comisión de seguimiento de la cueva de Maltravieso está integrada por la Consejería de Cultura, el Instituto de Patrimonio Cultural de España, expertos en Prehistoria e investigadores del proyecto Primeros Pobladores. Entre los hallazgos realizados en esta cueva se encuentran dos conchas marinas de la época gravetiense, de hace aproximadamente unos 22.000 años.
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