

Secciones
Servicios
Destacamos
REDACCIÓN
Lunes, 7 de abril 2014, 09:54
En la calle Virgen de la Soledad del Casco Antiguo los vecinos y los comerciantes andan preocupados. Uno de los locales cerrados, con varias viviendas encima, ha sido ocupado por varias personas que han fijado allí su residencia tras echar la puerta abajo y cambiar la cerradura. Hasta ahí no había problemas, comentaba la semana pasada una vecina que dice llegar a entender que la gente se busque la vida. Lo que ha ocurrido después es que han ido llegando más personas y han empezado a producirse robos, fiestas y un tráfico inusual de gente que entra y sale a los pocos minutos, lo cual está alterando la paz en la zona desde hace días.
Se trata del número 8 de la calle Virgen de la Soledad, a pocos metros del Ayuntamiento y prácticamente a la vuelta de la esquina de la comisaría de Policía Local. Esto no ha impedido que los nuevos ocupantes hayan utilizado la parte superior de la finca para, a través de la terraza, acceder a otras viviendas y negocios cuando no había nadie, denuncian los vecinos. De hecho, una de las tiendas próximas sufrió el robo de varios ordenadores y su dueño encontró el local revuelto, el cual comparte medianía con la casa ocupada. En otro local cercano desaparecieron bombonas de butano que fueron encontradas en la planta baja de la casa ocupada. Además, de las fincas colindantes han intentado obtener luz y agua.
Los mayores problemas ocurrieron durante la noche del lunes al martes del carnaval pasado, cuando se produjeron algunos de estos robos, además de una fiesta con decenas de personas en una de las plantas. Según los vecinos y comerciantes, que mantienen contacto con ellos pero prefieren mantener el anonimato, «hay algunos que son educados, no se encaran con nadie y respetan a los demás, pero otros se han metido allí después para hacer fechorías aprovechando que desde dentro se accede a otras propiedades y comprometiendo a los primeros. A los vecinos cada vez nos gusta menos lo que está pasando ahí dentro».
Recientemente, desde una de las plantas superiores de esta casa cayó un perro de raza pitbull que quedó herido por el impacto, lo que volvió a alertar a los vecinos.
Como suele ocurrir en historias relacionadas con la ocupación de viviendas, el caso de Badajoz también tiene sus tintes rocambolescos, como cuando uno de los propietarios, según cuenta, entró en su local de la planta baja y las personas que había dentro le preguntaron con recelo qué hacía dentro. Según observó, la planta siguiente la destinaban a defecar. Otro día, una vecina vio cómo tiraban a la calle un cubo con heces desde una ventana.
Según la Policía Nacional, que se ha personado varias veces en la vivienda a requerimiento de los vecinos, los autores de uno de los robos fueron detenidos a los pocos días. Y sobre la ocupación explican que deben ser los propietarios los que la denuncien. Sólo a partir de ese momento es posible el desalojo con orden judicial. Según ha podido saber este diario, el edificio tiene tres dueños distintos, por lo que ha sido el administrador de la comunidad el que ha presentado una denuncia en el juzgado hace tres semanas y otra en el Ayuntamiento.
José María Soriano, presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, cree que el caso «es muy grave porque está ocurriendo en pleno centro. Se echa en falta un plan o estrategia del Ayuntamiento, bien actuando de inmediato antes de que los 'okupas' terminen de instalarse, o bien tapiando en condiciones los accesos a las muchas viviendas vacías que hay cuando los propietarios no lo hacen. El Ayuntamiento debería tener controlados todos los locales y casas vacías y la situación de sus accesos», dice.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.