«Estamos cansados de que nos traten como a máquinas»

Varias decenas de trabajadores de Atento en Cáceres desarrollaron ayer paros de protesta para reivindicar la mejora de las condiciones laborales de los más de 300 empleados. «Estrés, presión y exigencia» fueron algunas de las palabras más repetidas en los corrillos formados a las puertas de la plataforma que esta multinacional tiene en Cáceres. Los que secundaron el paro criticaron las sanciones «injustas» que desde esta multinacional están llevando a cabo, lo que «genera una situación de estrés» a empleados con cargas familiares. Desde UGT aseguraron a este diario que, de no haber cambios en las condiciones laborales a corto plazo, continuarán con este tipo de movilizaciones.

La presidenta del comité de empresa, María Guadalupe Rosado, explica que la jornada de protesta viene motivada por «la presión a la que, desde la empresa directamente y desde Movistar como cliente, están sometiendo a los trabajadores». Lamenta que «la exigencia al trabajador haya aumentado hasta unos niveles a los que no llega la formación recibida por los empleados».

Los ánimos estaban ya tensos después de la última reducción de horarios y salarios, pero tras la victoria sindical reconocida por el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, los trabajadores están pendientes ahora del recurso de la empresa en el Supremo. En juego está la devolución del dinero perdido con la rebaja de horas y volver a retomar el mismo número de horas.

No obstante, desde UGT pretenden llegar a un acuerdo con la empresa para recuperar todos los derechos ganados por los trabajadores en los tribunales adaptándose, a la vez, a las necesidades de la empresa, explican.

«Con el nivel de llamadas telefónicas que recibimos, no consideramos acertada la reducción de horas», asegura José María Romero. Otra de las trabajadoras, Granada Trujillo, manifiesta que «el ambiente que se vive últimamente dentro de la empresa es un poco tenso». Hay compañeros, sostiene, que «piensan que con parar solamente una hora no vamos conseguir nada, pero por lo menos hay que intentarlo. Estamos cansados de que nos traten como a máquinas», finaliza.

Este diario ha intentado, sin éxito, pulsar la opinión de la empresa.

«Protestamos por la presión a la que nos somete Atento y de forma indirecta Movistar».

«Con el nivel de llamadas que recibimos no consideramos acertada la reducción de horas».

«El ambiente es un poco tenso. Nos exigen cosas que no podemos conseguir».