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CLAUDIO MATEOS
Miércoles, 9 de abril 2014, 09:47
El resbaladero de las Capuchinas, que une San Martín con la calle del Buen Suceso, permanece cortado al tránsito de peatones desde que ayer por la mañana cayese a la vía parte de la fachada de una casa que se encuentra en estado de ruina, sin que los escombros llegasen a alcanzar a ninguna persona. El Ayuntamiento elaboró ayer mismo un informe técnico que recomienda la demolición inmediata del resto de la fachada, que presenta un claro peligro de derrumbe. La zona permaneció acordonada porque, al ser día de mercado, las máquinas no podían acceder. Lo harán hoy y los trabajos de derribo comenzarán de forma inmediata.
El Ayuntamiento anunció que levará a cabo de forma subsidiaria la demolición urgente de la fachada, la cual tirará hacia dentro. Después remitirá a los propietarios del inmueble un nuevo expediente para que ejecuten por su cuenta el resto de la demolición. Si no lo hacen se encargará también el Consistorio y les cobrará los costes.
La casa afectada se encuentra declarada en ruina desde el año 2004, si bien el Ayuntamiento matizó ayer que esa declaración no obliga a demoler en todos los casos, sino que tan solo implica que no se puede vivir en ese inmueble. En 2012 los técnicos retomaron el expediente y pidieron a los propietarios que apuntalasen y asegurasen la fachada, que ya entonces presentaba peligro de derrumbe. Se cree que las últimas lluvias han acabado deteriorar el edificio y han provocado la caída de los escombros, y que el resto de la fachada se encuentre en una situación muy inestable.
La probabilidad de que los cascotes hubieran herido alguien era muy escasa debido al poco tránsito de peatones que tiene el resbaladero de las Capuchinas. No ocurre lo mismo con el derrumbe que se produjo la semana pasada en la fachada de un edificio de la Plaza Mayor, causado también por la lluvia, aunque las condiciones de ese inmueble no son ni mucho menos tan malas.
Actualmente hay en Plasencia otros dos edificios declarados en ruinas, uno de ellos en la calle Cabezabellosa y el otro en la calle Barriales, ambos en el Rosal de Ayala. Sin embargo ninguno de los dos presenta peligro de derrumbe. Además hay un expediente de demolición abierto para una casa en el camino de las huertas, cuyos propietarios han pedido un mes de plazo para ejecutar el derribo.
El año pasado el Ayuntamiento también obligó a derribar con urgencia otro edificio de intramuros, situado en la calleja del Borrego, una de las que unen la calle Cartas con la calle del Sol.
Desde el año 2013 se viene llevando a cabo la llamada Inspección Técnica de Edificios (ITE), obligatoria para todas las ciudades extremeñas de más de 25.000 habitantes, y que en Plasencia supone la inspección de cerca de 9.000 viviendas con más de 35 años de antigüedad. Las primeras en inspeccionarse han sido las que tienen más de 50 años. Una vez pasada la primera, la ITE será obligatoria cada 10 años.
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