

Secciones
Servicios
Destacamos
SERGIO LORENZO
Jueves, 10 de abril 2014, 03:15
«En el cartel pone que la calle está cortada por obras, pero sólo estuvieron trabajando dos semanas, en enero, y ya está. La calle, que es una de las más importantes de comunicación en la Ciudad Monumental, sigue cortada y ahora vienen procesiones y el Womad, que esto se pone a tope», afirma una persona que trabaja en la parte antigua y transita a diario por la zona.
La calle cortada es la de Cuesta de Aldana, uno de los seis accesos a la plaza de Santa María. No se puede pasar desde el Corral de las Cigüeñas hasta el Centro de la Artesanía de la Diputación Provincial.
El problema es una casa en ruinas que se encuentra adosada al Palacio de Mayoralgo, sede central de Caja Extremadura. Esa casa de dos plantas está deshabitada desde hace una década y con las lluvias de finales del año pasado se desprendió parte del tejado, afectando la humedad a la casa contigua, junto al Corral de las Cigüeñas. Esa casa, la que está entre la cafetería y la que se encuentra en ruinas, es la que utiliza la familia Zúniga en épocas de vacaciones, ya que el resto del tiempo están en Viena, en donde se educa musicalmente su hijo Edwin, virtuoso pianista de 16 años.
La calle se cortó el pasado 7 de enero, y en la casa en ruinas estuvieron trabajando durante unos 15 días. Quitaron el tejado y apuntalaron la fachada con cinco barras de metal para que no se cayera. Al otro lado de la vía, quien sujeta la fachada del edificio en ruinas es el muro de la casa de acogida de los Hermanos de la Cruz Blanca.
El Ayuntamiento confirmó ayer a este diario que el motivo del corte en la Cuesta de Aldana desde hace tres meses es evitar el peligro que presenta el inmueble, en donde se tuvo que retirar la cubierta al estar en mal estado. Asegura el Consistorio que se mantiene la calle cortada ya que la fachada se encuentra también en mal estado, tanto por las humedades como por la falta de sujeción al no tener tejado, y por motivos de seguridad se ha prohibido el paso por esta zona, «ante la posibilidad de peligro de derrumbe».
El Ayuntamiento ha requerido al dueño de la casa para que arregle con carácter urgente la vivienda. En el caso de no hacerlo, sería el propio Consistorio el que ejecutaría las obras necesarias para asegurar el edificio, para luego cobrarle la cantidad que se hubiera invertido a su propietario. El dueño ya ha presentado a la Corporación su proyecto con carácter urgente, y se espera que comiencen las obras dentro de unos días, según indicó ayer el Ayuntamiento a este diario.
Uno de los más afectados por el corte de la calle es un negocio de hostelería, el Corral de las Cigüeñas que ha visto menguar los clientes. Si al estar en la Plaza de Santa María sólo había que dar unos 20 pasos para entrar en la cafetería, ahora hay que adentrarse en otra bocacalle y dar más de 200 pasos. «La gente de Cáceres sabe dónde está el Corral de las Cigüeñas, pero los turistas no, y viene bastante menos gente», asegura comenta Luis García, gerente del local. «Por culpa del corte de la calle los sábados por la mañana ya no abrimos y he tenido que prescindir de un trabajador».
Lo que no entienden algunas personas es por qué no se puso un apuntalamiento que permitiera el paso de peatones. El Ayuntamiento comenta que se estudió, pero no se vio una solución segura.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.