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Las prácticas se han desarrollado en un circuito instalado en el recinto ferial . :: ARMANDO MÉNDEZ
Taxistas de conducción extrema
CÁCERES

Taxistas de conducción extrema

Los técnicos de formación han utilizado con los taxistas unas gafas que simulan los efectos del alcohol en el conductor Más de 30 profesionales cacereños han participado en un curso para dar respuesta a situaciones límite con el recinto ferial como laboratorio de pruebas

J. CEPEDA

Jueves, 10 de abril 2014, 14:30

El recinto ferial se ha convertido durante unos días en una laboratorio de pruebas para que los taxistas cacereños mejoren sus capacidades al volante y sepan afrontar situaciones extraordinarias. No se trata de imitar a los especialistas de Hollywood, pero sí de estar preparados para conducir un vehículo muy rápido (por ejemplo, en el traslado de un cliente enfermo) sobre asfalto mojado o con hielo, circunstancias que se simularon en la pista de pruebas.

Los cursos, en los que han participado desde el domingo alrededor de 36 profesionales en grupos reducidos, han sido organizado por la Asociación de Radiotaxi-Cáceres e impartidos por técnicos de la empresa 'ele-formación'.

«Es importante que nuestros conductores sepan responder ante situaciones de emergencia y que al menos tengan unas nociones básicas para salir airosos», asegura Gonzalo Najarro, vocal de la asociación, quien detalla que se trata de una iniciativa promovida por la Confederación Nacional del Taxi y que por primera vez llega a Cáceres.

Ángel García, de 'ele-formación', añade que el objetivo principal es que el profesional domine las diferencias entre un vehículo con controles o sin ellos. «El taxista debe salir conociendo los dispositivos del coche, aprendiendo a manejarlos y a valorarlos». «A la hora de adquirir un vehículo, muchas veces nos planteamos todo en función del precio y renunciamos a controles como el sistema antibloqueo de ruedas, por ejemplo».

García destaca la implicación general de unos taxistas que «a menudo carecen de conocimientos suficientes para desarrollar con garantías este tipo de conducción, por lo que la predisposición es buena».

Los puntos fuertes en los que se inciden son el manejo de manos, de pies, la observación de distancias, así como prácticas de conducción en condiciones de hielo para corregir los virajes del vehículo y los extraños, «en los que la distribución del peso juega un papel fundamental».

Muchos de los taxistas, por su edad, aprendieron a conducir con vehículos con dirección mecánica, «con lo que el manejo de las manos por dentro del volante para hacer palanca no sirve hoy en día». Colocación, comodidad y precisión son, a su juicio de este profesor, las reglas de oro.

La empresa formativa instaló una lona especial que, mojada, simulaba una pista de hielo de 25 metros de largo. La experiencia podrá repetirse en los próximos días con los taxistas placentinos, tras estar con los de Badajoz el pasado año.

Estas jornadas no solo han servido para simular condiciones extremas de conducción, sino también para comprobar cómo el alcohol hace mella en la conducción. Mediante la utilización de unas gafas especiales 'de graduación alcohólica', los taxistas han podido experimentar en primera persona los peligros de un manejo bajo los efectos de bebidas.

Consumos

Durante el curso se incidió también en la conducción eficiente con el objetivo de reducir el consumo. «Eliminando vicios adquiridos, un taxista puede llegar a bajar hasta un 10 por ciento del consumo habitual», explica García, quien va más allá: «Si se ahorra un 10 por ciento en el consumo, una buena idea sería la de repartir un 5 por ciento a la empresa y el resto para el trabajador como incentivo. De esta manera ganaríamos todos».

Una de las novedades en esta materia es la utilización de una aplicación de telemetría del vehículo «que desgrana los recorridos más eficientes o el consumo al ralentí, uno de los puntos en los que hay que incidir a la hora de reducir el gasto innecesario», no especialmente en el gremio de los taxistas, ya concienciados, «pero sí en otros sectores del transporte profesional».

García recomendó a los conductores que continúen practicando de forma regular las diferentes técnicas aprendidas, «siempre y cuando lo hagan con las medias de seguridad pertinentes y en recintos habilitados para ello».

Los taxistas han recibido de buen grado la celebración de estas jornadas. A pesar de llevar miles de kilómetros a sus espaldas, consideran que este tipo de eventos son enriquecedores para una profesión en la que un descuido o imprevisto puede resultar fatal.

Una de las nuevas caras en los taxis de Cáceres es la de Víctor Hernández, con un año y medio de dedicación profesional en este sector. Para él, es vital saber responder en situaciones extremas. «Es una experiencia nueva que estamos aprovechando», dice. «Cuando empiezas a conducir te enseñan cosas que no sabes. Esto no deja de ser lo mismo pero a un nivel más profesionalizado».

La adrenalina de los alumnos y el olor a goma quemada han sido la nota predominante durante estos días en el peculiar circuito. Si estas jornadas han servido para salvar aunque solo sea una situación de riesgo en un caso real, seguramente habrán cumplido su objetivo.

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