Los afectados por el derrumbe de una fachada no volverán a casa hasta junio

Dos meses más de espera. Las familias afectadas por el derrumbe de la fachada lateral del número 3 de la calle Juan Ramón Jiménez, en Residencial Ronda, tendrán que seguir esperando antes de instalarse de nuevo en sus casas. «Al menos hasta junio», admiten. Sus vidas han cambiado desde que el domingo 9 de febrero el temporal arrasó el muro exterior del residencial Lope de Vega.

Ayer se reunieron con la alcaldesa, Elena Nevado, después de que un afectado le enviase un escrito en el que le expresaba sus preocupaciones. El contencioso con la promotora continúa en los juzgados y el juicio se celebrará el próximo mes. Mientras, las negociaciones con las aseguradoras siguen, aunque de momento la factura les tocará afrontarla a ellos. Son, en total, cerca de 100.000 euros. Se suman los trabajos previos de desescombro y reconstrucción, los anclajes en el lateral y el proyecto técnico y su ejecución. La intervención definitiva también la llevará a cabo la empresa Abreu, tras la rápida y eficiente actuación que, reconocen los residentes, tuvo solo horas después del accidente la constructora cacereña.

«La obra arrancará después de Semana Santa y dura unos dos meses», relata Rodrigo Nacarino, miembro de una de las tres familias que no solo fueron desalojadas sino que aún siguen sin poder regresar a sus hogares.

Hay residentes que han asumido que tendrán dificultades para poder afrontar los pagos pendientes. «La obra supondrá unos 2.000 euros para cada familia y hay gente que está en el paro», comenta Nacarino, al que el derrumbe cogió en el garaje, casi a la altura de donde se hundió la pared del edificio.

El Ayuntamiento mostró ayer su apoyo a los afectados para buscar solución y que «puedan llevar a buen fin sus reclamaciones», destaca. Según el relato de los vecinos, ese apoyo pasa también por aportar un peritaje de sus técnicos que avale el deterioro del bloque. La Junta ya abrió dos expedientes por deficiencias en 2009.