Badajoz tendrá Liga Femenina 2

La derrota del Café Barco en Oviedo por 70-53 en la noche del miércoles supuso el final anticipado de una temporada que concluye este fin de semana con el resto de la jornada. El equipo pacense de Liga Femenina 2 dijo adiós con otra derrota y una sensación de alivio pues la segunda parte del curso se convirtió en un suplicio. A falta del resto de encuentros, lo lógico es que el GBP termine en la octava posición. Las chicas no dicen un adiós, sino un hasta luego. Si en temporadas previas la incertidumbre económica implicaba nubarrones en el futuro del baloncesto de féminas en Badajoz, en esta ocasión se antoja menos oscuro, al menos en cuanto a su supervivencia. El presidente del club, Joaquín Cabrera, garantiza la continuidad del proyecto para un nuevo curso en LF2, aunque quedan interrogantes sobre lo que está por venir.

«Salimos otra vez. Sin duda». Así de tajante se muestra Cabrera al ser cuestionado sobre qué ocurrirá tras el verano. Como máximo responsable del Guadalupe, y más en su vertiente femenina, apunta que la campaña fue demasiado dolorosa para lo que se preveía en un principio. «Entre las lesiones o la marcha de algunas jugadoras... Pasó de todo. No nos esperábamos todo lo que ha pasado. Ahora lo que queremos es descansar porque el final fue muy duro y ya pensaremos en la próxima, pero sí te garantizo que habrá proyecto, como siempre con la cantera como eje porque éste es un club de cantera», prosigue el dirigente.

En el apartado económico habrá que estar vigilante pues el actual patrocinador, Café Barco, ya les avisó de que no seguiría con ellos. Así que el cambio de nombre es más que previsible. «Tenemos que encontrar otro patrocinador. Espero que haya otras opciones porque el proyecto necesita cierto apoyo, también institucional, porque es un proyecto para la ciudad».

Reconstrucción

Aunque es pronto, las dudas en el plano social se multiplican en el deportivo. Se iniciará una reconstrucción que comenzará por la pintura, el talón de Aquiles de esta plantilla. Se reforzará además la posición de 'playmaker'. No hay lista de bajas ni altas, pero sí se quiere conformar un plantel competitivo y amplio que evite la repetición de tanto sufrimiento. El club no sabe si Bea Pacheco continuará al frente del banquillo, aunque puede ser la primera opción. Cabrera añade que, viendo los obstáculos que han aparecido en el camino, el trabajo de la entrenadora fue bastante bueno, pero hasta después de Semana Santa que se reúna la junta directiva no se tomará una decisión al respecto. A día de hoy no sabe qué sucederá en este asunto porque también quieren escuchar el pronunciamiento de primera mano de la madrileña.

Ella lo tiene claro. Quiere seguir, a poco que el proyecto sea medianamente interesante. «Quiero seguir en Badajoz, pero tenemos que hablarlo con tranquilidad. No tengo otras ofertas. El proyecto me parece muy bueno y la base está ahí esté yo o no», contesta Pacheco.

La entrenadora emite un balance muy positivo de una temporada repleta de adversidades. «Fue horrible. En el último partido seis jugadoras, muchas junior. ¡Casi tengo que pedir que me hagan ficha! Menos mal que se ha acabado y ahora nos sentimos aliviadas porque no podíamos más. Hemos dado demasiada responsabilidad y minutos a niñas que lo que tienen que hacer es aprender. Ellas han estado fantásticas porque era un papel para el que no estaban preparadas y han salvado la categoría. No se les puede pedir más y han crecido mucho», resume la preparadora.

Agradece el sobreesfuerzo derrochado por las junior María, Susana y Celia. Valora la aportación de María José Bolonio, que acabará la competición como máxima anotadora y con el más que probable pasaporte a un destino más ambicioso. Califica como 'la gran alegría' la aparición de Anaís, convocada para la preselección nacional sub 17. Lamenta las lesiones de jugadoras que hubieran elevado el nivel, como Regina, Nuria o Larisse o el abandono del barco de Alexis Castro.