Rafael Cerro se convertirá hoy en el decimocuarto cacereño en tomar la alternativa

Convertirse en matador es un sueño, un objetivo complicado, aunque luego hay que luchar por ser figura. Así pues, la plaza de toros de Navalmoral se vestirá de gala para celebrar por lo alto la efeméride de una nueva alternativa, la segunda tras la concedida por Ortega Cano a Julio Parejo en presencia de Antonio Ferrera.

Este Domingo de Ramos, con reses de Alcurrucén y dos espadas consolidados en el cartel: Sebastián Castella y Miguel Ángel Perera, protagonizaran un doctorado sin precedente en la historia del toreo en esta bella plaza de toros.

Rafael Cerro tomará testigo a Daniel Morales, que es el último espada cacereño que ingresó en el escalafón superior. Así, Cerro ocupa el lugar catorce dentro de una nómina que abrió Ángel Fernández, ( tío de Eugenio 'Angelete') en la primera mitad del siglo XX.

Listo para ser matador

El novillero de Saucedilla, uno de los jóvenes valores de Extremadura en el escalafón de plata, se presenta a esta cita con el bagaje de sus notables presentaciones en cosos como los de Las Ventas, La Maestranza, Zaragoza, Olivenza y Arnedo, entre otros. Cerro ha actuado con todas las figuras en este tiempo de novillero y su nombre ha figurado en los carteles de casi todas las grandes ferias españolas. Un torero más, formado en la escuela taurina de Badajoz.

Cerro, junto a su mentor José Ortega Cano y su hombre de confianza y mozo de espada, Vitoriano, estudiaron la posibilidad de doctorarse a principio de temporada en una plaza importante, que muy bien pudiera haber sido cerca de su pueblo. Este terceto taurino, consideró que el extremeño era ya una fruta madura en el escalafón de segunda y que podría funcionar muy bien como matador de toros, tras mejorar con la espada, defecto que le privó, en su día, de parte de la gloria y le impidió salir por varias puestas grandes en cosos de primera. Su toreo con la capa es variado, vistoso y clásico, con la muleta tiene temple, largura, despaciosidad, pureza y hondura. En conjunto, Rafael reúne buenas maneras, arte, vocación, ganas, valor y esta preparado para dar el paso decisivo en su carrera.

No obstante, el de Saucedilla debe tener en cuenta que para triunfar en todos los ordenes de la vida y en especial en el mundo de los toros hay que saber conjugar talento y compromiso; arte y valor; afición y ambición; esfuerzo y responsabilidad.