Calderón vuelve a los playoffs

No fue su mejor partido. Todo lo contrario. Tal vez José Calderón firmara en la madrugada de este domingo su peor encuentro desde que recalara el pasado verano en Dallas. Pero el baloncesto es un deporte de equipo y él es fiel prueba de ello. Lo sabe como nadie. La noche en la que no sumó un solo punto se le quedará grabada para siempre y no será por su escasa aportación sino porque seis temporadas después el base extremeño regresa a los playoffs de la NBA. Los Mavericks se la jugaban casi a una carta ante Phoenix Suns, un rival directo y la gran sorpresa de la 'regular season'. Vencieron los tejanos por un apretado 101-98 y, aunque tendrían una última bala en la recámara ante Memphis este miércoles, obtienen el pasaporte para la lucha por el 'Anillo'. Cuanto antes, mejor.

Calderón no pisa los playoffs desde la temporada 2007/2008, con los Raptors. Aquella fue una magnífica campaña en la que su entrenador de entonces, Sam Mitchell, fue designado técnico del año. Fue el cénit de la franquicia canadiense porque desde entonces no hubo más que malas decisiones en los despachos y una caída libre hacia los puestos más bajos de la liga. El de Villanueva no se movió de allí en todo este tiempo, firmó su segundo gran contrato en la mejor liga del mundo hasta que en el verano de 2013, como agente libre y dueño de su destino, aceptó la oferta de tres años de Dallas una vez finalizado su breve paso por Detroit. El próximo fin de semana, Calderón volverá a sentir la adrenalina de pelear por un objetivo de verdad más allá de la selección española. Lo merece.

Fue la noche más aciaga del base extremeño. Se quedó en cero puntos y apenas intentó el lanzamiento, su seña de identidad desde que está bajo las órdenes de Rick Carlise. Sólo tres tiros en los 17 minutos que estuvo sobre el parqué del American Airlines Center y ni siquiera condujo al equipo como otras veces que se le encomienda su misión de toda la vida. Además, en el último cuarto estuvo inédito y el preparador confió más en Devin Harris, playmaker suplente. Pero da igual. La nave tejana fue transportada a los playoffs por las dos grandes figuras de este equipo, un Monta Ellis estelar, con 37 puntos y magníficos porcentajes salvo dos tiros libres fallados en el último minuto que metieron el miedo en el cuerpo en una recta final de infarto. También Dirk Nowitzki, auténtico abanderado de los Mavs, que añadió 23 y ese saber estar en los momentos clave. Mención especial para el taponazo de Wright a Bledsoe en la última jugada de ataque de los de Hornaceck. Partido de subidas y bajadas, como casi todos los de Dallas, un plantel con enorme calidad ofensiva al que la defensa le lastra, lo que conlleva que adquieran rentas con la misma facilidad que las pierden.

«A veces las cosas no salen bien individualmente. Pero éste es un deporte de equipo. Gran victoria¡ Feliz¡», expresaba Calderón en su twitter después del partido ante los Suns. Los Mavericks han protagonizado un sobreesfuerzo en el tramo final de temporada que les pasará factura. Ganaron siete de los diez últimos compromisos y alguno de ellos ante los rivales más potentes del país y con prórroga incluida. Más desgaste para una plantilla que supera con creces la treintena en buena parte de sus piezas. Sea como fuere, su presencia en playoffs significa que cumplen con el objetivo inicial para la 2013/14 en una conferencia Oeste en la que es más caro que nunca el acceso a las eliminatorias.

¿Y ahora qué? Falta saber en qué posición terminan la temporada. Dallas parece aferrarse a la séptima plaza y falta que Phoenix y Grizzlies de Marc Gasol se disputen la octava. Lo lógico es que su rival sea Oklahoma, así que la alegría de la clasificación para playoffs se transformará en sufrimiento en la cancha ante un equipo de físico envidiable -lejísimos del que desearía lucir sobre la pista Dallas- y con el que será nombrado 'MVP' Kevin Durant. Un sufrimiento que valdrá la pena.