La ermita del Paseo Alto espera su momento

PARA ver un Cáceres distinto, la ermita de los Mártires. Desde allí, a los pies de la escalinata que acerca al templo, surge una vista de la ciudad que no se parece a casi ninguna otra. Es un paisaje distinto, el del Cáceres en crecimiento, el que va tomando forma a un lado de la Ronda Norte, el del perfil de imponentes grúas de obra que ilustran sobre el frenesí constructor de los últimos años.

Sin embargo, la ermita que honra la memoria de San Fabián y San Sebastián no anda precisamente sobrada de actividad desde hace unos años. El templo está cerrado, y hay en sus paredes algunas huellas que dan fe de cómo ha estado expuesta a las manos irresponsables. Sus paredes blancas dejan ver dibujos de dudoso gusto, y su fachada principal luce unos cuantos trazos deformes en color rojo.

Algún vándalo los hizo en un día de aburrimiento. En enero de hace cuatro años, la ermita amaneció llena de grafitos, sólo unos días después de que un grupo de operarios municipales adecentara su aspecto para que luciera lo mejor posible en la fiesta de los Santos Mártires, que se celebra cada 20 de enero. Ayer lo recordaba Juanita Franco, mayordoma de la ermita, tras entrevistarse con la alcaldesa. «La celebración se recuperó hace 27 años gracias a la ayuda que prestó el Ayuntamiento -explicó Juanita Franco-, que desde entonces siempre ha colaborado con el mantenimiento de la zona y la limpieza de los alrededores, y con la asistencia de la Policía Local en los accesos, algo que esperamos seguir recibiendo».

La fiesta del día 20

Este año, la fiesta se celebrará el 20 de enero, justo el día dedicado a San Fabián y San Sebastián. Otros años, el calendario ha aconsejado adelantar o retrasar los actos tradicionales para facilitar la participación popular, pero 2008 se presenta de la mejor forma posible, al caer el día 20 en domingo.

La mayordoma no quiso ayer adelantar muchos detalles, a la espera de una presentación oficial la próxima semana, pero sí avanzó que habrá misa al mediodía, como siempre, y que no faltarán la mesa de ofrendas, además de las roscas de anís y la morcilla patatera, que ya han sido encargadas.

Precisamente la celebración de eucaristías es una de las asignaturas pendientes. Ayer, Juanita Franco dijo que el Obispado tiene intención de que la ermita de los Santos Mártires sea una parroquia, pero su apreciación no es ninguna novedad. La mujer confía en que el Obispado acceda a la petición de que se celebren misas, aunque sólo sea una vez a la semana, y así contribuir a la recuperación del templo, y «más ahora que tenemos allí el nuevo barrio de Infanta Isabel, que dará mucha vida a la zona», apunta la mayordoma.

Ella es quien se encarga del mantenimiento de la ermita desde hace más de 25 años. Incluso ha llegado a pagar de su bolsillo, con un premio de lotería que le tocó, el arreglo de una parte del tejado. Hoy, la iglesia del Paseo Alto tiene sus paredes bien encaladas, aunque dejan ver las pintadas de tiempo atrás.

Al mirar por el agujero

En una de las puertas de madera hay un agujero que devuelve una imagen más bien triste. Que recobre vida, que vuelva a abrir y que en ella se escuche misa cada domingo depende del Obispado y de los propietarios del templo, circunstancia que tampoco está del todo clara. Hace cuatro años, el Ayuntamiento aseguraba que no había papel alguno que aclarara la titularidad, por lo que sospechaban que fuera un bien municipal.

Desde el punto de vista de la administración eclesiástica, la ermita de los Santos Mártires depende de la parroquia de San Blas, que este año celebra su cincuenta aniversario. A su párroco, Antonio Pariente, el asunto le suena a viejo. «Es un tema recurrente -apunta-, que aparece siempre por estas fechas, cada vez que se acerca la fiesta de San Fabián y San Sebastián». «En mi opinión -abunda-, es algo posible a largo plazo, cuando las viviendas construidas en torno al cuartel Infanta Isabel estén habitadas, pero también es cierto que contamos con un hándicap importante, que es la actual escasez de sacerdotes».

Ante este panorama de dudas fundadas, a unos y otros le queda la opción de amarrarse a lo seguro. Y eso es que el día 20, a las doce del mediodía, la ermita de los Santos Mártires volverá a abrirse para una misa. Para aspiraciones mayores, Dios dirá.