
CELIA HERRERA
Miércoles, 16 de enero 2008, 09:56
Un poco más tarde, y hubiera resultado imposible encontrarlas. Los despojos putrefactos de 15 ovejas muertas se confundían ayer con el paisaje en un tranquilo vado del río Guadiana, justo en la desembocadura del arroyo Matachel.
Publicidad
Sus lomos blanquecinos se asemejaban a grandes piedras que jalonaban una zona del río en el que apenas cubre el agua, pero la mirada experta de los técnicos de Confederación Hidrográfica del Guadiana las descubrió ayer a mediodía tras un rápido vistazo.
Como anécdota, y aunque no era en ese momento la mayor preocupación de los técnicos de Confederación, alrededor de los cadáveres se arremolinaban brotes sueltos de camalote, la planta amazónica que se ha convertido en una plaga en el Guadiana.
A todos los cadáveres les faltaba un trozo de la oreja en el que se engancha el crotal, la marca que permite identificar la procedencia de los animales.
La pista del cordel
Sin embargo, al que arrojó en el río las ovejas se le olvidó quitar también los cordeles sanitarios que certifican la vigilancia de los animales por la inspección sanitaria.
El departamento de Sanidad Animal de la Junta de Extremadura inició ayer mismo una investigación del suceso en cuanto tuvo conocimiento del mismo, según confirmó Juan Carlos Antequera, director de Explotación Agraria del Gobierno regional.
Publicidad
«No es la primera vez que ocurre», denunció ayer indignado Francisco Lozano, un vecino de Don Álvaro que fue testigo involuntario de otro abandono premeditado de ovejas muertas justo en el mismo tramo del río.
En una furgoneta blanca
«Fue cuando cayeron las primeras aguas, en septiembre. Yo estaba trabajando en la finca, y vi cómo llegaba un hombre en una furgoneta blanca, y empezó a arrojar ovejas muertas justo en la otra orilla. Empezamos a increparle, y a gritarle que qué estaba haciendo. Llamamos a la Guardia Civil y todo, pero los agentes llegaron tarde, y no pudieron encontrarle» lamentó Lozano.
Publicidad
En su opinión, «no ha sido nadie del pueblo, porque nadie que viva aquí se va a dedicar a estropear el río», defendió.
El abandono de media decena de ovejas muertas en septiembre en el paraje denominado 'La Junta', que es utilizada además como área de recreo por los vecinos de Don Álvaro, fue confirmado también por Confederación.
Sospechas
La sospecha de la lengua azul se vislumbra en el trasfondo de estos hechos, aunque ayer resultaba imposible confirmar si los animales abandonados estaban enfermos o no.
«No se puede saber si los cordeles sanitarios fueron puestos ahora o en la campaña del 2004», cuando se detectaron los primeros brotes, explicaron ayer responsables de la Consejería de Agricultura.
Publicidad
Las infracciones cometidas en este caso son graves, y la ley «se aplicará en todo su rigor», anunció ayer el Gobierno regional.
El abandono de las ovejas muertas en el río, justo al lado además del embalse de Alange, puede ser constitutivo de un delito medioambiental, y además es una infracción grave de la normativa que obliga a dar parte de la muerte de los animales a Sanidad y de otras leyes comunitarias sobre la recogida de animales.
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.