A. R. R.
Sábado, 31 de mayo 2008, 03:21
Cuenta 'Robe' que para sacar adelante Extremoduro y sus ganas de hacer música tuvo que alejarse de su tierra. Recuerda perfectamente los motivos y la distancia no ha servido para suavizar su opinión al respecto.
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-Grabaron su primer disco mediante suscripciones de acciones de 1.000 pesetas en 1989, por aquel entonces solicitaron ayuda al Ayuntamiento de Plasencia que, por cierto, se la negó con la consiguiente polémica, ¿cree que a día de hoy se arrepienten de aquella decisión?
-Extremadura era un sitio difícil para la música porque no había industria, ni circuitos de conciertos y no era nada fácil salir pa' alante. No sé cómo andará ahora la cosa pero para estos temas se necesita mucha más ayuda de la que allí había. Abrirse un hueco en el mundo de la música es muy complicado, sobre todo por todo el dinero que comporta.
-Usted llegó a decir que «Extremadura está 'en el culo del país' en lo que a música se refiere» y que había que irse para triunfar, ¿así de duro?
-Yo de hecho me tuve que ir porque allí no había nada, ni estudios, ni discográficas, ni ambiente musical y eso te juega en contra. Salir de ahí es difícil. Cuando llegas a otros sitios donde la gente es mucho más echada para adelante y más comprometida, te das cuenta de las diferencias.
-¿Por qué se ha convertido el País Vasco en esa patria que no encontró en su tierra?
-Pues porque hubo un momento en que todos los componentes del grupo eran de allí y pasaba un montón de tiempo viajando. Al final necesitaba quitarme toda esa carretera de encima y fue casi una cuestión práctica. Digamos que al principio vine un poco obligado por las circunstancias y al final me gustó y he decidido quedarme aquí.
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-Ese exilio voluntario tiene algo que ver con la opinión que tenía de su tierra natal, Plasencia, de la que dijo en su momento : «Es un sitio para gente mayor, un lugar desfasado, de pensamiento retrógrado, lleno de fascistas»?
-(Se ríe). Es una cuestión de edad. En Extremadura la franja de población actual es de gente bastante mayor y el empuje que da la gente joven le falta, en algunas cosas. A toda la región le pasa un poco eso, la gente joven, la más echada para alante, se acaba marchando, y eso se nota.
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-Hace 20 años usted defendía que las bellotas radioactivas nos dejaban sin marranos, ¿qué opina ahora del proyecto de refinería planteado para la región?¿Tendremos bellotas negras?
-Algo he oído pero no estoy muy al día. Sin embargo, creo que Extremadura es la tierra donde más fácilmente se pueden poner todas estas historias. Porque es una de las tierras donde menos juventud hay, donde la gente menos se va a quejar y donde menos problemas va a tener el Gobierno a la hora de imponer todo lo que le dé la gana. Yo creo que lo más determinante es la ausencia de gente joven que es la que puede protestar y armar lío y escándalo. Hacer fuerza es mucho más difícil. Aparte, en este tipo de historias siempre va a haber alguien que va a argumentar que son puestos de trabajo, pero yo les diría que esos trabajos son perjudiciales para el medio ambiente y para el futuro de nuestra tierra.
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