Ramírez Lozano gana el Felipe Trigo de novela con 'Las manzanas de Erasmo'

La novela titulada 'Las manzanas de Erasmo', de José Antonio Ramírez Lozano, poeta y profesor extremeño, domiciliado en Sevilla, y la narración corta 'La casa habitada', cuyo autor es Carlos Jiménez Climent, de Barcelona, ganaron en la noche de ayer el XXVIII Premio Literario Felipe Trigo en cada una de sus modalidades. El fallo del certamen que convoca el Ayuntamiento de Villanueva, dotado con 20.000 euros para la modalidad de novela y con 6.500 para la de narración corta, se dio a conocer anoche en el transcurso de una cena-gala literaria celebrada en el Hotel Cortijo Santa Cruz y que contó con algo más de 360 invitados.. Sobre la medianoche es cuando el presentador y conductor de la gala, el periodista Isaías Lafuente, daba a conocer los nombres de las obras ganadoras, después de que fueran anunciando los descartes de las finalistas entre plato y plato. No obstante, no fue hasta que el secretario del Ayuntamiento de Villanueva de la Serena abrió las plicas cuando se conoció la identidad de los premiados. El galardonado en la modalidad de novela, José Antonio Ramírez Lozano, es la segunda vez que se hace con el Felipe Trigo, pues ya se lo llevó en 1996 con 'Las argucias de Frestón'. «Es una novela histórica de corte fantástico», dijo Isaac Rosa, presidente del jurado de 'Las manzanas de Erasmo'. En cuanto a la narración corta ganadora, 'La casa habitada', fue elegida por unanimidad y es un relato «de gran altura», según destacó Rosa. Antes de darse a conocer los ganadores, Rosa indicaba que, en su opinión, los relatos tenían «más calidad» que las novelas, pero en general la nota media de las obras era de «notable». En cuanto a las temáticas, Rosa apuntó que los temas de las obras finalistas «son los que te encuentras cuando entras a cualquier librería y ves la mesa de novedades, pues había un par de textos sobre la Guerra Civil, novela histórica, novela de intriga tipo 'best-seller', novelas intimistas, novelas de terrorismo español e internacional, así como mucha presencia de cierto costumbrismo, tanto rural como urbano». Además, éste advirtió que por la forma de escribir había «varios autores hispanoamericanos» entre los finalistas. También hizo una mención especial a la limpieza del premio que convoca el Ayuntamiento villanovense: «Hay unos cuantos premios, de los grandísimos, que son sospechosos y con razón, y acaban manchando al resto. Sin embargo, como el Felipe Trigo, luego hay otros premios que son honestos y limpios. Desde luego en este premio literario puede confiar todo aquel que mande sus textos». Un premio del que el presidente del jurado dijo que es el de «referencia en Extremadura y uno de los más prestigiosos de novela y de relato de toda España». Adelantado a su época Isaac Rosa tampoco quiso pasar la oportunidad para valorar la figura del médico-escritor extremeño: «Felipe Trigo es un autor que no le he leído tanto como querría. Leí, por supuesto, 'Jarrapellejos', pues era casi una lectura obligada para los que estudiábamos en Extremadura. Recuerdo que fue un autor que me sorprendió, pues yo esperaba encontrar en él el tópico de escritor de novela erótico y provocador, y luego me encontré un escritor interesante que tenía cosas que decir, con una prosa potente y que creo que era un adelantado a su época». «Sin embargo, para los manuales de literatura solo ha quedado para un par de líneas, por lo que pienso que Felipe Trigo está pendiente de una recuperación editorial y de lectores», reconoció. También aludió a la crisis: «Los editores dicen que al mundo editorial no le afecta la crisis, pues el libro es un bien refugio, aunque según me dicen el próximo año los editores van a ser más conservadores y van a tirar menos ejemplares».