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Zapatero ayer con José Montilla.|EFE
Zapatero solivianta a las comunidades al centrar con Cataluña el diálogo sobre la financiación
REGIONAL

Zapatero solivianta a las comunidades al centrar con Cataluña el diálogo sobre la financiación

Fernández Vara avisa de que sólo él puede representar la posición de la región sobre el modelo autonómico y fefiende la multilateralidad de las negociaciones.

REDACCIÓN

Lunes, 22 de diciembre 2008, 14:54

Las reuniones 'discretas' del pasado sábado entre José Luis Rodríguez Zapatero y los presidentes de la 'Generalitat' de Cataluña, José Montilla, y la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, han agitado el patio territorial. Lo que surgió como un intento del presidente del Gobierno de aplacar los ánimos de las fuerzas políticas catalanas y evitar un polvorín en torno al debate de la financiación puso en pie de guerra a las comunidades autónomas gobernadas por el PP, e incluso obligó a reaccionar a varios gobernantes socialistas, entre ellos al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara. El Ejecutivo defiende que los encuentros bilaterales no empecen un acuerdo multilateral, pero el primer partido de la oposición le acusa de querer cerrar «de espaldas al resto de los españoles» un sistema que afecta a todos. Ni el encuentro con Montilla sirvió para firmar todavía el «acuerdo político» con el que el Gobierno aspiraba a encarrilar las negociaciones ni la inclusión de Chaves valió para que las comunidades menos ricas interpretaran que también se las estaba teniendo en cuenta. Bien claro lo dejó el presidente extremeño. Fernández Vara indicó que la posición de Extremadura la fijará la propia región en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). A Extremadura «no la representa nadie que no sea su presidente y, en todo caso, el presidente del Gobierno, como presidente de todos los españoles», sentenció. Conversaciones Por eso, defendió la multilateralidad en este asunto y abogó para que se sigan celebrando conversaciones con todas las partes hasta que se alcance un acuerdo definitivo. Aunque precisó que no se niega a las reuniones que haya «en medio», porque «el presidente del Gobierno puede hablar con quien él estime oportuno», en referencia a las reuniones que mantuvo con Montilla y Chaves. Fernández Vara reconoció que también él ha tenido oportunidad en las últimas semanas de hablar sobre este asunto con José Luis Rodríguez Zapatero. «Aquí no estamos hablando», dijo Vara, «sólo de cuanto nos llevamos, sino de un modelo que tiene que ser coherente con los principios consagrados en la Constitución Española». De lo contrario, insistió, «podíamos llegar al absurdo de que nosotros, que estamos ahora en el proceso de reforma de nuestro Estatuto de Autonomía, intentáramos en este proceso conseguir aquello que en el modelo de financiación no se vaya a lograr», lo que, a su juicio, podía llevar a «una antología del disparate». Vara ha confiado en la actitud de Rodríguez Zapatero en este proceso y se ha mostrado convencido de que no habrá comunidades de primera y de segunda. Sobre el resultado final del proceso, el presidente extremeño cree que será muy difícil alcanzar un acuerdo antes de finales de año, «más allá de lo que pueda ser un acuerdo de mínimos», vaticinó. «Aquí lo que se está discutiendo es cómo financiamos la salud de nuestras familias, la salud de nuestros hijos, el gasto social, fundamentalmente los servicios públicos que están en manos de las comunidades autónomas», señaló Vara, quien apostó para que todo eso se discutiera en el marco de la «igualdad» que establece la Constitución Española. Otro dirigente autonómico socialista, el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, mostró ayer su preocupación por el tema autonómico. Anunció que pretende reunirse en los próximos días con el presidente del Gobierno para hacer valer la necesidad de que en el nuevo sistema se tenga en cuenta la dispersión de la población y su grado de envejecimiento. El Gobierno El Gobierno salió al paso ante las críticas que recibió desde diferentes frentes -oposición y comunidades gobernadas por el PP principalmente- por su reunión con Montilla. El Ejecutivo defiende que pueda mantener a la vez un diálogo multilateral y bilateral con las comunidades en la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica y asegura que el acuerdo al que se llegue beneficiará a todas ellas. El Ejecutivo defiende que es perfectamente compatible que haya conversaciones con todas las comunidades a la vez y, al mismo tiempo, con los Ejecutivos regionales por separado. En ese sentido, no se descarta, según fuentes del Gobierno consultadas por Efe, que Zapatero mantenga contactos en los próximos días con otros presidentes autonómicos, bien personalmente o por teléfono. Desde el Gobierno se reitera que es necesario el diálogo multilateral para cerrar el pacto, pero, al mismo tiempo, subrayan que hay que tener en cuenta las singularidades de algunas comunidades y es «perfectamente legítimo» tratarlas de forma específica. Desde la oposición Pero desde la oposición y desde algunas comunidades gobernadas por el PP no se comparte la estrategia de Zapatero en torno a la futura financiación autonómica. La secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, se mostró implacable. «No es de recibo que dos socialistas se sienten a estudiar la financiación autonómica -dijo durante un acto de su partido en Ávila-, cuando es un tema que afecta a todas las comunidades autónomas». En la misma línea, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, interpretó que el Ejecutivo aspira a alcanzar una «solución rápida» con Cataluña y Andalucía para imponerla «a capón» al resto. La llamada de Zapatero a sus dos 'barones' obedece, en realidad, a una cuestión estratégica. Fue Cataluña quien abrió la espita de la negociación de un nuevo sistema durante el debate del 'Estatut'. Al carro se sumaron luego el resto de comunidades, pero es la que preside Montilla la que fija 2008 como fecha tope para cambiar el modelo de 2002. Y es su presidente el que se enfrenta a un problema de estabilidad política si el pacto no llega antes de que acabe el año. La urgencia de los demás obedece a razones casi exclusivamente económicas. Entre los más interesados en modificar el modelo están, además de Cataluña, dos comunidades del PP que también se han resentido de las deficiencias del sistema vigente, Madrid y la Comunidad Valenciana, así como Baleares, gobernada por los socialistas. Las cuatro han experimentado un importante aumento de población y han asumido costes derivados de la inmigración que no se han visto compensados. Pero, al margen de las coincidencias de criterio con su homólogo catalán, el presiente de la 'Generalitat' valenciana, Francisco Camps, fue uno de los críticos con el encuentro de La Moncloa. Ronda autonómica El gobernante 'popular' reclamó a Zapatero que abra una ronda de contactos con todos los presidentes autonómicos e instó a un encuentro sobre financiación entre el presidente del Gobierno y Mariano Rajoy. «Este asunto no se puede despachar con reuniones bilaterales y sin la transparencia que requiere», señaló. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, definió como «discriminación intolerable» la reunión de Zapatero con Montilla. «Hacer un traje a medida a Cataluña es discriminatorio e intolerable», enfatizó. Aguirre también se abonó al argumento de que el Ejecutivo central «no puede negociar un asunto como la financiación con Cataluña e imponerlo a otras comunidades, cuando además aún no se ha enviado un documento del nuevo modelo». Defendió que el nuevo sistema de financiación sea consensuado con las 15 comunidades autónomas de régimen común, pues «negociarlo sólo con una autonomía atenta contra el principio de multilateralidad y equidad», afirmó la presidenta. En Murcia, su consejera de Economía, Inmaculada García, exigió al Gobierno «unanimidad» en el modelo de financiación autonómica, y le criticó por negociar «sólo con dos comunidades privilegiadas», en referencia a Cataluña y Andalucía. «Estas cumbres bilaterales están motivadas exclusivamente por el intento de Rodríguez Zapatero de mantener al PSC en el poder en Cataluña, un problema que le es indiferente al resto de los españoles, que no deberían verse afectados por condicionantes meramente políticos», advirtió la dirigente murciana. La consejera García exigió «la presencia y unanimidad de todas las autonomías» en la negociación de la financiación autonómica y lamentó que «el resto de comunidades tengan que enterarse por los medios de comunicación de las líneas fundamentales del modelo». Nacionalistas La estrategia de Zapatero tampoco parece gustar a los partidos nacionalistas catalanes. El portavoz parlamentario de CiU, Oriol Pujol, advirtió de que el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, es quien marca «el límite de lo que Cataluña puede aspirar en su sistema de financiación», y criticó el «teatrillo» protagonizado por el presidente de Cataluña, José Montilla, y el del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al «intentar hacer en dos días lo que no se ha hecho en dos años». «No era necesaria la reunión posterior entre Chaves y Zapatero, si no era para dar una señal de que el techo vendrá marcado por la influencia de Chaves», alertó Pujol en declaraciones a los medios, en los que auguró que dicha reunión tiene la función de articular «un café para todos versión 2008». El secretario general de ERC, Joan Ridao, vio ayer «negro» la consecución de un acuerdo en materia de financiación antes de final de año. Ridao dijo que Montilla había tenido la impresión de que ayer «por primera vez» el presidente Zapatero se «implicaba directamente» en la negociación sobre el modelo de financiación, ya que hasta ahora su prioridad ha sido la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y las medidas del Gobierno contra la crisis económica.

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