L. E.
Lunes, 5 de enero 2009, 10:40
Es la hora de las plantas termosolares, las 'hermanas mayores' de las fotovoltaicas. Éstas últimas han vivido un periodo de auge, gracias sobre todo a la generosa prima que bonificaba la generación de este tipo de energía solar. Este otoño ha cambiado la legislación, y las ayudas serán menores, lo que cede el testigo a las termosolares. Esta vía de generación es por regla general más productiva y los proyectos suelen ser más ambiciosos y costosos. Ya existen varios presentados en la región, en distintos grados de desarrollo. Las últimas informaciones, de septiembre pasado, hablaban de que entonces había tres plantas en construcción, y otras cuatro ya disponían de autorización, aunque la Junta había recibido 62 solicitudes. La semana pasada, la vicepresidenta de la Junta Dolores Pallero indicaba que hay capacidad para que en los próximos años se desarrollen al menos veinte proyectos de termosolares de 50 megavatios, lo que supone una inversión de 6.000 millones de euros. Una de ellas bien podrá ser la que la empresa Ibereólica Solar quiere construir en la localidad pacense de Olivenza. El pasado 30 de diciembre, el Diario Oficial de Extremadura publicaba la Declaración de Impacto Ambiental positiva de la planta. En la práctica, este es el último gran escollo antes de lograr la autorización administrativa para construir. Los números de esta instalación oliventina asustan por su magnitud, pero están en la línea de lo que se está haciendo. Tendrá una potencia instalada de 50 megavatios (MW). Como elemento comparativo, baste recordar que la planta de Don Álvaro, una de las más grandes del mundo en la categoría de termosolar, tiene 30 MW. Ocupará una extensión de 205 hectáreas, que viene a ser nada menos que 410 campos de fútbol. En todo ese terreno se instalarán casi medio millón de metros cuadrados de paneles (451.260 exactamente). Respecto a la producción, las estimaciones de suministro oscilan mucho de una planta a otra, debido a la 'promoción' que cada fabricante quiere dar. Pero con una producción anunciada de 205 gigavatios a la hora (GW/h) anuales, se debería surtir electricidad a un número de hogares que oscila entre los 40.000 y los 50.000. Cinco en la región Realmente, la estación de Olivenza es sólo una de las cinco que Ibereólica pretende construir en Extremadura. Valdetorres, Medellín, Santa Amalia y Badajoz son los otros cuatro destinos elegidos. Además, habrá una fábrica de espejos en Torrefresneda. En total será una inversión que rondará los 1.200 millones de euros. Olivenza puede ser también uno de los tres emplazamientos en los que se instale una segunda planta. Esa es la intención al menos en una futura segunda fase. Por su propia naturaleza, una de las grandes ventajas de la energía solar térmica sobre la fotovoltaica estriba en su mayor rendimiento. Al trabajar con calor en vez de con luz, puede seguir produciendo electricidad durante la noche. Queda por tramitarse del todo todavía el proyecto más grande de este tipo de los que se han proyectado en la región. Abengoa quiere instalar tres plantas, ampliables a cinco, en Logrosán. Juntas, sumarían 250 megavatios de potencia.
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