40 kilómetros de parados

Del agua se dice que es un bien escaso que conviene no derrochar. Lo mismo sucede ahora con el empleo, que hay poco y cae gota a gota, insuficiente para saciar la sed que provoca la sofocante crisis, insignificante en comparación con el chorro que supone la pérdida de puestos de trabajo. Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, unas 86.800 personas formaban las litas del paro en Extremadura al acabar 2008. Otorgándoles a cada una el espacio mínimo de medio metro, la fila de desempleados se extendería hasta cubrir 43 kilómetros. Una distancia que nos da idea de la dimensión del drama. Hasta hace poco, la situación permitía dar trabajo a los que llegaban de fuera. Pero con el vuelco que se ha producido apenas hay para los de dentro. La oferta que podía encontrarse el pasado lunes en el Servicio de Empleo de Extremadura para toda la región se reducía a 38, si bien en algún caso engloban varios puestos. En términos castizos, el curro está chungo, muy chungo. La construcción, el sector que más mano de obra demandaba, se encuentra prácticamente paralizado.Buena prueba de la atonía que aqueja al ladrillo y el cemento es que de los 38 puestos de trabajo que se ofertan a través del Servicio Extremeño de Empleo sólo dos, uno de encargado de obra y otro de oficial segundo, son específicamente de albañilería. En esta época el campo duerme y la agricultura, otro puntal de la economía, está en hibernación. Se explica así que no aparezca ni una sola oferta relacionada con la actividad agraria. Los oficios más próximos a ese ámbito que se demandan es uno de pastor de ovino y caprino en Albalá (Cáceres) y de esquilador de ganado para Mérida. Cuesta dura La cuesta de enero se está haciendo muy empinada para los que han perdido el trabajo. Y lo malo es que la pendiente continuará en los próximos meses, sin que se sepa cuánto trecho queda para alcanzar la cima. Las últimas previsiones hacen aún más dolorosa la escalada al proyectar más sombras sobre el ya oscuro panorama. Las cifras de parados beneficiarios de las prestaciones por desempleo ahogan las palabras de los políticos que prometen crear miles de empleos en los próximos meses. Desde junio del pasado año los subsidiados han aumentado de forma imparable en Extremadura hasta alcanzar los 60.000 en noviembre, según los últimos datos del Ministerio de trabajo. Hace unos pocas fechas salían a la luz los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que cifran en 86.800 la población en paro y sitúan la tasa de desempleo al borde del 18% (el 17,96) en la región. Una tasa desalentadora que echaba por tierra los pronósticos más pesimistas. La Consejería de Igualdad y Empleo esperaba que 2008 terminase con 7.000 parados más, pero el año acabó con 15.600 nuevos desempleados en la cola , más del doble de lo calculado. Oportunidades Pero aún dentro de este agujero negro que atravesamos es posible todavía encontrar una ocupación. No son muchas, desde luego, ni muy atractivas y tampoco con elevada remuneración, pero -como dicen los gallegos de las meigas- 'haberlas haylas'. A través del portal de empleo virtual de Servicio Extremeño de Empleo podían encontrarse 38 ofertas de distinto tipo para diferentes municipios de la comunidad. Dentro de la lista de puestos disponibles encontramos especialidades tales como la de maestro para centro de estimulación intelectual en Trujillo o la de psicólogo/neuropsicólogo para Badajoz capital. También para esta plaza se oferta la de profesor superior de piano, se supone que para el Conservatorio de Música. La lista ofrece oportunidades para profesionales de alta cualificación. En ella figura un puesto de Médico para Navalmoral de la Mata o la dos que se ofertan para Trujillo para profesor y profesora de alto nivel de inglés. En el campo de atención a la salud hay hueco para un higienista bucodental en Mérida o para un técnico especialista en dietética y nutrición en Talayuela. En relación con este último puede ponerse la demanda de cocinero que se hace desde Miajadas.