A. G.
Viernes, 30 de enero 2009, 15:15
Hace ahora 13 meses, Fernando Verdasco ganó el Máster Nacional en Cáceres. Contento por partida doble, 'Fer' confesó ante los periodistas que allí estaban que esa victoria le sabía mejor por haberla conseguido en su «segunda tierra». Lo que para la mayoría fue una sorpresa, para su familia pacense fue un guiño que les hizo crecer el pecho. Su madre, Olga Carmona, famosa por hacer frente ella solita a los argentinos que abarrotaban el Islas Malvinas de Mar del Plata durante la pasada final de la Copa Davis, nació en Badajoz. Y Fernando no lo es por muy poco. Olga y José Verdasco, el padre de la criatura, regentaban el restaurante 'Bamba' en la Plaza de los Alféreces de Badajoz cuando Fernando llegó al mundo, allá por noviembre de 1983. El pasado pacense del semifinalista del Abierto de Australia duró poco más de dos años. José Verdasco es madrileño, y al poco tiempo tuvo que volver a la capital de España para atender los negocios hosteleros de la familia cuando sus padres enfermaron. Y allí siguen. En ese tiempo, Fernando Verdasco no pudo dejar mucha huella en la ciudad, pero su primo Juan Antonio Macarro recuerda bien esa época. «Le gustaba mucho el deporte». Macarro, es el actual entrenador del Flecha Negra juvenil, y por entonces jugaba en Segunda con el Badajoz. El encargado de llevar al fútbol a Fernando era su abuelo materno Antonio. Pero no sólo le llevaba a los partidos. «A los entrenamientos también venía», explica Macarro. «Era un chico muy activo, y la manera que encontraron sus padres de conducir toda esa energía fue el deporte, primero el fútbol, y después el tenis». Se enganchó rápido. Para acallar sus berrinches, su abuela le ponía en la tele partidos de John McEnroe. Al teléfono A Fernando todavía le quedan algunas razones para volver a Badajoz. Aunque sus abuelos maternos viven en Madrid, sus tíos y primos siguen aquí. Cándida, madre de Macarro, José y Luna son los hermanos de Antonio, el abuelo de Fernando, que siguen viviendo en la ciudad. Es Olga la que viene a Extremadura para ver a sus familiares y amigos, pero Fernando no ha perdido el contacto con los suyos. Hace tiempo que Macarro y Fernando no se ven, pero hablan con frecuencia. «Siempre que gana algún torneo o tiene una buena actuación me gusta llamarle para felicitarle. La última vez que hablamos fue en Navidad». Como cualquier familia. Cuando Fernando y Juan Antonio se hicieron la foto de arriba, el que presumía de primo era Verdasco; ahora, el que presume es Macarro.
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