![La pareja que envenenó a sus parientes, condenada a 26 años de cárcel cada uno](https://s1.ppllstatics.com/hoy/www/pre2017/multimedia/prensa/noticias/200907/02/fotos/424816.jpg)
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ANTONIO J. ARMERO
Jueves, 2 de julio 2009, 11:34
Los magistrados no tienen dudas: Alicia y Juan José se quedaron con las ganas de matar a cuatro parientes. «Pretendían acabar con la vida de sus familiares y no únicamente menoscabar su salud», concluye la sentencia. Ese texto legal es el último capítulo de una historia de tintes novelescos, más propia de la ficción pero tan real como el oscuro porvenir de sus dos protagonistas.
Son Juan José S.M., de 42 años, y Alicia B. R., de 31, que probablemente pasarán los próximo años de su vida en una cárcel. Es lo que acaba de ordenar la sección segunda de la Audiencia Provincial de Cáceres, que ha condenado a cada uno de ellos a 26 años de prisión, al considerarles culpables de cuatro intentos de asesinato y un delito de maltrato habitual.
Sus víctimas son el padre, la madre, un hermano (afectado de síndrome de Down) y un tío del condenado, y si están vivas -al margen de la madre, que murió por una afección que nada tiene que ver con el caso- es gracias a la rápida reacción de los servicios médicos del Hospital San Pedro de Alcántara, según hace constar la sentencia. A lo largo de sus 34 páginas aparecen adjetivos como execrable, perverso o aborrecible, utilizados para definir una sucesión de hechos que arrancan a principios del año 2003.
'La parricida de Melilla'
Por algún motivo que ni siquiera aún está claro, la pareja decidió que era el momento de envenenar a los parientes. Y eligieron el Colme, un medicamento habitual en los tratamientos contra el alcoholismo. Su principio activo es la cianamida cálcica se presenta como una solución que se aplica con un frasco cuentagotas, y se vende en en cajas con una única ampolla de 15 mililitros (cuesta 1,92 euros) o con cuatro (o sea, 60 mililitros, a 6,20). A grandes rasgos, lo que consigue el Colme es originar una reacción molesta (mareos, náuseas, malestar general) cada vez que se ingiere alcohol, por lo que los adictos acaban aborreciendo la bebida. Es, además, el medicamento que utilizó en su día Francisca Ballesteros Maravilla, 'la parricida de Melilla', para matar a su marido y a dos hijas de cinco meses y quince años, respectivamente. Su otro hijo, de trece, también fue envenenado y llegó a estar muy grave pero se salvó. La Audiencia de Málaga la condenó a 84 años de cárcel.
Juan José conocía el Colme porque se lo recetaron en 1999, durante uno de los varios tratamientos contra el alchoholismo (también ha sido adicto a las drogas) que ha seguido a lo largo de su vida, y que casi nunca terminaba. Entre él y Alicia, que tienen dos hijas en común, decidieron que era una buena opción para envenenar a sus parientes. Y llevaron su idea a la práctica. Según relata el capítulo de hechos probados de la sentencia, empezaron a administrárselo a los cuatro familiares de él, probablemente en las bebidas a la hora de comer. El medicamento es inodoro, incoloro e insípido, de rápida absorción y de difícil detección, porque normalmente, cinco horas después de tomarlo ya no queda rastro alguno en el cuerpo. Entre febrero de 2003 y octubre de 2005, entre las cuatro víctimas sumaron catorce ingresos hospitalarios, casi todos en las mismas fechas. Incluso varias veces, llegaron a coincidir dos de ellos en el centro sanitario. Y siempre los mismos síntomas: somnolencia aguda, pérdida del nivel de conciencia, dificultades para hablar y para levantarse o caminar.
Tanta coincidencia llamó la atención de los médicos, que ya en el año 2003 pusieron el extraño caso en conocimiento del médico forense y encargaron unos análisis específicos. Al enterarse de que los médicos habían tomado estas precauciones, los dos condenados cesaron en su intento. Durante dos años y medio se olvidaron del Colme, pero tras comprobar que nada se movía, que nadie les llamaba para reclamarles y que por tanto, aparentemente no resultaban sospechosos (siempre según la sentencia), decidieron reanudar su plan.
Incluso en el hospital
Y entonces, vuelven a aparcer las coincidencias. La madre de Alicia (que también estaba imputada y ha resultado absuelta) compró cuatro cajas grandes (las de 60 mililitros) en sólo veinte días, gracias a que la farmacéutica se los sirvió sin exigirle la obligatoria receta. Según los especialistas, uno de estos envases debe durar al menos un mes y medio. Y en esas tres semanas, se reanudan los ingresos hospitalarios. En uno de ellos, Juan José y Alicia pasaron la noche en el hospital con el tío y le administraron otra vez el medicamento. Tras ello, los facultativos decidieron prohibir las visitas y trasladaron al enfermo a la unidad de Psiquiatría, la de mayor seguridad.
La intervención de los médicos y del juzgado acabó llevando a la pareja a los tribunales. Y los magistrados han sido claros: lo que hicieron fue intentar asesinar, y eso es un delito, más penado aún si las víctimas son parientes tan directos como una madre, un padre y un hermano.
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