
J. LÓPEZ-LAGO
Viernes, 6 de noviembre 2009, 11:38
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Hoy se cumplen 12 años desde que el agua desbordó los arroyos Rivillas y Calamón. Sin embargo, aún queda tarea hasta borrar definitivamente la zona del desastre. Como tantas veces, primero ocurrió la tragedia con 24 fallecidos y después se tomaron medidas para que no volviera a suceder. Éstas se encaminaron a reordenar urbanísticamente la zona inundable y a realojar a las casi mil familias damnificadas en un tiempo record de 18 meses. No obstante, aún se ven casas en zona de riesgo potencial, la mayoría abandonadas y que seguirán siendo derribadas poco a poco, una tarea que está acometiendo el Ayuntamiento en solitario.
En comprar propiedades, ya sea vivienda, comercio o garaje, el Ayuntamiento ha gastado en total 6.176.331 euros en 186 propiedades desde que se iniciaron estas actuaciones para lavar la cara a esta parte de la ciudad.
A la cifra hay que sumar en torno a 200.000 euros en derribos y 100.000 euros en arreglos de medianeras sólo en los dos últimos años, un dinero que ha salido de las arcas municipales y que el equipo de gobierno prefiere gastar poco a poco «porque dinero que empleamos aquí ya no se puede invertir en otra parte de la ciudad, además de que es muy complicado el proceso porque no es fácil localizar a propietarios o a sus herederos, que a veces son muchos, para negociar con ellos el precio. Nuestro compromiso con la zona de la riada existe, pero se ejecuta poco a poco. De hecho, la adquisición de viviendas afectadas por la riada es un goteo constante que se trata en las comisiones de gobierno a lo largo del año», explica el primer teniente alcalde Francisco Javier Fragoso.
Según sus datos, sólo en este ejercicio se han invertido más de 600.000 euros en comprar 17 propiedades y aún quedan 140 por adquirir que están diseminadas a lo largo de los dos arroyos. El proceso es siempre el mismo, se compra el inmueble, se solicita un notario que lo escriture a nombre del Ayuntamiento y se derriba cuanto antes, «sólo se retrasa la demolición si la casa tiene uralita, ya que el amianto hay que neutralizarlo por ser contaminante».
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La Delegación Municipal de Vivienda es la que trata este asunto. Y si optan por la compra y no por la expropiación es, según Fragoso, «porque pese a ser un trámite de interés social, no se trata de una urgencia y la figura de la expropiación es más complicada de ejecutar».
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