La gran cosecha que se espera esta campaña no afectará demasiado al precio global que conseguirán los productores. ANDY SOLÉ

El 'brexit' no frena a la cereza

Gran mercado. La fruta roja mantiene su volumen de ventas en territorio inglés en una campaña con buenas expectativas tanto en producción como en precios

Viernes, 4 de junio 2021, 09:00

Un inusual calor ha empezado a apretar en el Valle del Jerte desde finales de mayo. Jesús Sánchez, de Cabezuela del Valle, coge su furgoneta y no para de sacar cajas. Unas veces vienen vacías, otras llenas. En el inicio de la ... campaña de la cereza, que se no acabará este año hasta finales de julio con la recolección en las zonas más altas del valle, su trasiego diario es constante entre las parcelas donde tiene cerezas y la cooperativa del pueblo que preside, Nuestra Señora de Piedras Albas. Es una imagen reiterada en otra quincena de municipios del nordeste extremeño, donde esta fruta roja se mantiene como cultivo emblemático.

Publicidad

Con pocas palabras, Jesús demuestra que está feliz con las expectativas este año de la campaña cerecera. «Vienen muy bien y hay bastantes», resume de forma muy escueta, mientras en su cooperativa se realiza una primera selección de producto que llevan sus socios, tan afanados como él en estas fechas postreras de la primavera.

A estas alturas es posible que se haya recogido un 15% del total de los kilos de cereza previstos para este año, un ejercicio especialmente bueno en cuanto a cosecha final –se estiman unos 17 o 18 millones de kilos–, más aún cuando se analiza el desastre del año pasado, donde apenas se recogió el 45%, por debajo de los 9 millones de kilos.

Un incremento de producto que va a derivar a corto plazo de un importante volumen de mano de obra. No será posible la recolección solo con la habitual, la de las propias familias de los agricultores. Trabajadores marroquíes y rumanos, este año sí, serán necesarios para la abundante cosecha.

Publicidad

Es una de las características de esta campaña, la primera realmente después de que se consumara el 'brexit', la salida del Reino Unido de la UE. Aquí hay alivio en el sector cerecero porque el mercado británico, uno de los grandes clientes, se mantiene intacto. Esa es la otra gran noticia.

«El 'brexit' ha generado más burocracia, más papeleo, pero no hay más restricción para poder vender allí. Y eso es muy importante porque la cereza extremeña tiene cerca de un 60% de su mercado en el exterior, en la exportación. Y Reino Unido, para nosotros, puede supone un 15 o 20% de ese mercado», relata Mónica Tierno, directora general de la Agrupación de Cooperativas 'Valle del Jerte'.

Publicidad

Dos trabajadores recogen cereza en una parcela situada en Cabezuela del Valle. ANDY SOLÉ

Nacida en Plasencia e hija de agricultores de Cabrero vinculados a la cereza, sabe perfectamente de lo que habla. Sus primeros trabajos en la Agrupación los desarrolló en la cadena de selección y también ha sido comercial de exportación y subdelegada de mercados europeos.

Exigencia

A unos ocho kilómetros de Cabezuela en dirección a Plasencia, la sede de la Agrupación, que se reparte entre los términos municipales de Valdastillas (oficinas) y Navaconcejo (central), demuestra un dinamismo todavía incipiente con la recogida de la primera fruta roja temprana, una de las delicias gastronómicas de Extremadura, referente nacional e internacional.

Publicidad

En el Valle del Jerte, y en menor medida en la vecina La Vera se cosechan entre 70 y 80 variedades de cereza. La renombrada picota es exclusiva de la región.

Eso es tan cierto como también lo es la descomunal diferencia que puede haber entre lo que se le paga a un agricultor por su cereza y lo que cuesta al consumidor comprarla. Tres, cinco... hasta seis veces más incluso en un supermercado normal de nuestra comunidad autónoma. Una brecha aún más grande si hablamos de ventas en sitios como Madrid o Bilbao dentro de las fronteras de nuestro país.

Ahora, la media de lo que se está pagando a un cerecero es de 1,90 euros por kilo. El año pasado, una campaña desastrosa porque se perdió cerca de un 50% de lo habitual, subió por encima de los 2 euros.

Publicidad

Los productores sitúan la rentabilidad de sus explotaciones, familiares si perciben entre un 1 y 1,50 euros por kilo. Unas explotaciones por lo general minifundistas porque la extensión media es de parcelas de no más de 2,5 hectáreas.

«Ahora la diferencia es más grande porque son los primeras cerezas de la temporada. A medida que avance la campaña los precios se normalizarán. Para los agricultores y para los consumidores. Si hablamos de los productores, hay buenas previsiones. Mucha producción y muy buena calidad», agrega Juan Jesús Arribas, gerente de la cooperativa Nuestra Señora de Piedras Albas mientras inspecciona el lugar en el que acumulan las cajas con cerezas de distinto calibre preparadas ya para su venta.

Noticia Patrocinada

«La exigencia cada día es mayor y cada vez más hay que ser muy competitivos. Nuestro producto está muy valorado, sí, pero cada vez hay más competencia. Esa es otra realidad», refrenda Arribas, quien sitúa la exportación como factor diferenciador. «Hay más papeleo para vender a Reino Unido, pero no se nos han cerrado las puertas. Y eso es una muy buena noticia en estos momentos», apostilla.

El acuerdo sobre una aplicación suave del 'brexit' en determinados productos, como la fruta, ha supuesto un alivio para España, y en concreto para el potente sector frutícola extremeño.

«Reino Unido sigue siendo uno de nuestros grandes clientes. No estamos sufriendo el 'brexit'»

José Antonio Tierno | Presidente de la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte

La Federación de Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) sitúa el mercado de Reino Unido como el tercero más relevante para los fruticultores españoles, tras Alemania y Francia, con unas ventas para 2020 que iban a rondar los 1.950 millones de euros, un 8% más que en 2019.

Publicidad

En ese 2019, la exportación a Reino Unido ascendió a 1,5 millones de toneladas y 1.780 millones. Representó el 15% del total vendido al exterior por España y el 9% del total de frutas.

«Las consecuencias de un 'brexit' sin acuerdo hubieran sido nefastas. Aunque en los últimos años se ha ido trabajando en otros mercados alternativos, los británicos son y van a seguir siendo grandes clientes de la fruta extremeña», corrobora la directora general de la unión de cooperativas jerteñas.

«Aquí todo es relativo. Todo puede cambiar en cuestión de días por culpa del tiempo o de algún factor que no te lo esperes. El año pasado fueron las tormentas y el granizo, que se cebaron sobre el valle como no se recordaba. Fue el peor año desde 1988. Como hubo tan poca producción, los precios al menos fueron más altos», rememora José Antonio Tierno, natural de la localidad de Rebollar.

Publicidad

Competencia

Lo hace mientras camina junto al equipo de HOY por las instalaciones de la central de la Agrupación, una instalación que acumula ampliaciones y renovaciones de maquinaria casi año tras año. La última, en 2018, con nuevas línea de selección y calibrado.

Selección de la fruta en la cooperativa Nuestra Señora de Piedras Albas de Cabezuela del Valle. Abajo, cajas empaquetadas preparadas para la venta de la cereza extremeña y trabajadora en la central de la Agrupación de Cooperativas ANDY SOLÉ

Las 15 cooperativas que la forman tienen unos 3.500 socios. Aparte de cereza, comercializan aceite, higos secos, berries o castañas, entre otros productos.

Publicidad

Tierno lleva 23 años como miembro del consejo rector de la agrupación de cooperativas, una cooperativa de segundo grado que engloba a otras sociedades de esta comarca del noreste cacereño. Es desde febrero de 2020 presidente de la Agrupación, en la que también ha estado trabajando como auditor interno de calidad en el departamento comercial. Es agricultor a tiempo parcial.

La cereza del Valle del Jerte mantiene unos rasgos exclusivos, como la variedad picota, mientras en el conjunto de España cada vez hay más regiones que se suman a la competencia.

Aparte de cultivarse en comarcas de Aragón y de Murcia, en los últimos tiempos se están poniendo muchos cerezos en Villena, en la provincia de Alicante, y en el Valle de las Caderechas de Burgos. Dos territorios hasta ahora sin presencia de este frutal.

«El sector nacional todavía no está colapsado por esta oferta, pero tenemos que conseguir diferenciarnos plenamente de otras zonas. En parte ya lo hemos conseguido con la picota y en ser un referente de la cereza como producto gourmet pero tenemos que seguir trabajando», concluye el gerente de Piedras Albas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad