De enero a julio de 2023 se produjeron 38 accidentes mortales en el sector primario en nuestro país, casi un 39% menos que en el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con la información hecha pública por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. ... Sin duda, una excelente tendencia que tiene todavía más valor si se compara con 2022, año en el que hubo un repunte, con 95 fallecidos. Pero tampoco se pueden lanzar la campanas al vuelo por esta mejor tendencia. Un solo fallecido en accidente laboral ya es mucho y, aunque posiblemente sea imposible llegar al riesgo cero, no por ello se debe renunciar a conseguir este objetivo, por utópico que sea.
En general el sector servicios es donde más accidentes mortales se producen cada año, con más del 38%, lo que es entendible dado el papel estratégico que juega en nuestro país en cuanto a población activa y aportación al PIB. En el caso de Extremadura fueron 11 accidentes mortales en el conjunto de los sectores, de enero a julio de este año, una cifra también ligeramente menor que el mismo periodo de 2022. Si se amplía, no solo a los mortales, en esta región se han producido 6.623 accidentes en este periodo, lo que implica un ligero incremento con respecto al pasado año. Sin embargo en 2022 fue el sector primario en el que más aumentó este nefasto indicador, un 83%, si bien es cierto que este sector incluye la pesca, y en 2022 se produjo el trágico accidente del pesquero Vila de Pitanxo en las costas canadienses, que costó la vida a 21 marineros españoles. Por tanto, realmente habrían sido 74 los fallecidos en el campo español.
Por otro lado si se amplía el análisis al total de los accidentes laborales en este sector, no solo los mortales, la reducción ha sido menor a nivel nacional, un 2,3%, lo que ha supuesto un total de 16.895 siniestros en los primeros siete meses de 2023. Un tendencia que se mantiene con respecto al año anterior, aunque más atenuada, ya que en 2022 se redujo un 6%
Por otro lado, la caída de la actividad en el sector primario influye directamente en la disminución del número de percances, tanto mortales como menos graves. Algo que se corrobora con el dato de la afiliación media al Sistema Especial Agrario de la Seguridad Social en España, que se perdió 12.000 afiliados de enero a julio, 17.461 menos en julio con respecto al mismo mes del 2022, lo que supone una caída del 2,6%. Esto supone una afiliación total de casi 651.000 personas. En definitiva, una minoración del 2,6% de afiliados en un año frente a una bajada del 2,3% de accidentes y del 3,8% de accidentes mortales.
El origen de los accidentes en agricultura y ganadería está relacionado en gran parte con el uso de maquinaria agraria, destacando por su relevancia el vuelco de los tractores. Pero también y de una forma creciente, por los golpes de calor, en especial con las altas temperatura estivales, que están siendo cada vez más elevadas. En la actividad ganadera también son motivo frecuente de accidentes los golpes con animales. Hay dos factores que aumentan la probabilidad de que se produzcan este tipo de accidentes y que agravan sus efectos, ambos relacionados con el envejecimiento. Por un lado el envejecimiento de los trabajadores agrarios, que en muchos casos realizan actividades que superan sus capacidades, incluida la pérdida de reflejos. Por otro, la antigüedad de un parque de maquinaria muy envejecido que en muchos casos no incorpora los modernos sistemas de seguridad y confort que requieren este tipo de actividades.
Por tanto, si se quiere seguir mejorando en este campo, es necesario avanzar en el relevo generacional, modernizar nuestro parque de maquinaria e incrementar la formación y la prevención de riesgos laborales.
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