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Invertir en oro verde
Juan Quintana
Lunes, 1 de abril 2024, 09:23
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Juan Quintana
Lunes, 1 de abril 2024, 09:23
El aceite de oliva, ese oro verde, tan cotizado y ahora codiciado en nuestras mesas y cocinas, se encuentra en una encrucijada. La producción, el precio y el consumo de este producto esencial en la dieta mediterránea están siendo sacudidos por una tormenta perfecta de ... factores que amenazan con cambiar el paisaje de nuestra gastronomía y de nuestra economía doméstica.
La producción de aceite de oliva ha sufrido un duro golpe debido a las condiciones climáticas adversas y al impacto del cambio climático. España, el mayor productor mundial, ha visto cómo sus cosechas se reducen significativamente. Las altas temperaturas durante la floración han mermado el cuajado del fruto, y los costes de producción se han disparado. Esta situación no es exclusiva de España; otros grandes productores como Italia y Grecia también se enfrentan desafíos similares.
El precio del aceite de oliva ha experimentado una escalada sin precedentes en los últimos años, duplicándose en los dos últimos, tanto en origen como en los lineales de los supermercados. Este aumento ha comenzado a cambiar patrones de consumo, con una caída notable en el consumo doméstico, en la restauración y en las exportaciones. La situación en otros países refleja una dinámica similar, con precios que también han aumentado, aunque en algunos casos, como en Portugal, esté un 12% más barato.
En relación con el consumo, está disminuyendo a medida que los consumidores cambian a alternativas más asequibles. La demanda doméstica acumula una caída del 30% en volumen, liderada por el sector de la restauración y la hostelería. A nivel mundial, el consumo de aceite de oliva es minoritario, menos del 3% del total, pero países como China, Estados Unidos o Australia están incrementando su consumo y también su producción.
Ante esta situación, habría que preguntarse qué futuro le espera al aceite de oliva y si podrá mantener su lugar privilegiado en nuestra gastronomía doméstica y social. La respuesta no es sencilla. Por un lado, la calidad y los beneficios para la salud del aceite de oliva son indiscutibles y han sido promovidos durante años por las autoridades y el propio sector. Por otro lado, la realidad económica y climática podría empezar a originar un cambio en los hábitos de consumo y en la estructura del mercado, aunque por el momento parece poco probable.
En todo caso es imperativo que los productores, consumidores y gobiernos trabajen juntos para encontrar soluciones sostenibles. Esto podría incluir la inversión en tecnologías agrícolas más resistentes al cambio climático, la promoción de prácticas de consumo saludable y la exploración de nuevos mercados. Además, es esencial que se mantenga una vigilancia constante sobre el mercado para evitar prácticas especulativas que puedan agravar la situación.
Por ejemplo, se diseñan olivares innovadores para enfrentar el cambio climático, desarrollando sistemas de cultivo que mantengan altos niveles de producción, incluso en condiciones adversas, mediante la utilización de variedades tradicionales y genotipos mejorados resistentes al estrés hídrico y salino. Además, se están implementando consorcios microbianos para aumentar la resiliencia del olivo. En el ámbito internacional, países como Argelia, Argentina, Chile, Estados Unidos, Australia, Egipto y China están emergiendo en la producción de aceite de oliva, invirtiendo en tecnología y prácticas agrícolas avanzadas para competir en el mercado global, aprovechando sus zonas con clima mediterráneo favorable para el cultivo del olivo. Estas iniciativas no solo buscan la excelencia en la calidad y cantidad de la producción, sino también la adaptación a los desafíos ambientales futuros.
En definitiva, si no hacemos bien los deberes el aceite de oliva se podría acercar a un punto de inflexión. Las decisiones que tomemos hoy determinarán si este producto, tan arraigado en nuestra cultura, podrá superar los desafíos actuales y seguir siendo un pilar de la dieta mediterránea y un símbolo de calidad y tradición en el mundo.
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