Los apicultores de la región viven una «dramática situación», según UPA-UCE

La organización agraria UPA-UCE Extremadura alerta sobre la «dramática situación» de los apicultores de la región, ya que, después de un inicio de campaña «bueno» con la recuperación de enjambres y un «prometedor mes de abril», se truncó en mayo, donde la floración se estropeó «por las altas temperaturas», con lo que la campaña de recogida tanto de polen, como de miel, fue «muy mala».

«Con el deseo de recuperar en el periodo de verano, estamos viendo, por un lado, cómo la cosecha sigue siendo mala, el mes de julio y agosto con las sucesivas olas de calor además nos traen miles de colmenas que se han muerto por golpe de calor, perdiendo así tanto las abejas como la producción», señala UPA-UCE Extremadura, que añade que, como cada verano seco, la «presión voraz de los abejarucos hace peligrar ciento de colmenas».

Por ello, indica que la apicultura se siente «golpeada» por la climatología, así como por las políticas proteccionistas del abejaruco, al tiempo que ha pedido que se controle y si no es así se indemnicen los daños que produce a las explotaciones.

De la misma manera, señala que aparte de la situación climática, el abejaruco o la varroa, se suman los costes tanto en alimentación, que han subido un 50%, y los combustibles, indispensables para la trashumancia tan necesaria.

También critica que no se contempla al sector apícola en el paquete de ayudas dentro del 5% que puede gastarse de los fondos de Desarrollo Rural, como sí están otros sectores.

«La apicultura es básica en comarcas como La Siberia, Gata-Hurdes e Ibores-Jara, además somos la primera comunidad autónoma en número de colmenas, con más de 1.700 apicultores con unas 660.000 colmenas», señala UPA-UCE Extremadura, que solicita que se controle la población de abejarucos, así como el acceso a ayudas ante la situación «tan dramática» por la que está pasando la apicultura.