Cabeza del Buey tiene al mejor esquilador de España

Manuel Calvo se impuso a medio centenar de participantes. La mayoría de otras comunidades, como Castilla y León, Andalucía, Aragón y Castilla-La Mancha. Aunque también participó un grupo de concursantes llegados de Uruguay.

El tiempo que el esquilador tarda en realizar el trabajo puntúa, pero no es lo único. El jurado también valora las pasadas que el participante da a la oveja con el peine y el acabado final que presenta el animal. Por el contrario, penaliza los cortes inferidos a la oveja, que incluso pueden conducir a la descalificación directa.

Con el campeonato se quiere reconocer y difundir el trabajo de los profesionales de este duro oficio, de cuya pericia depende el aprovechamiento de la lana. Y con el premio se busca considerar a aquellos que mantienen un compromiso por mejorar la calidad de su trabajo.

Según la organización, unas 400 cabezas de ovejas merinas pasaron por las manos de los esquiladores. Lo hicieron en distintas categorías: Debutantes (entre una y dos campañas de esquileo), Intermedia (más de dos campañas de esquileo) y Open (esquiladores con varios años de experiencia).

El certamen, que sirvió de reencuentro de los participantes tras dos años sin celebrarse por la pandemia, atrajo a centenares de personas, que disfrutaron de la fiesta de la esquila y apoyaron una profesión muy importante en La Serena y en toda la región, como destacó el director general de Desarrollo Rural, Manuel Mejías.

De forma paralela, la localidad celebró el Salón de la Lana, que cumplió cinco ediciones. Incluyó talleres y actividades sobre el mundo de la lana, y atrajo a empresas de primera fila, como Añino Merina, Dehesa Lana, Mi Piel y Charlotte Houman. Todas expusieron sus creaciones sobre la pasarela de moda sostenible. De prendas de vestir a calzado, todo elaborado a base de lana de oveja merina.

El director general de Desarrollo Rural, Manuel Mejías, valoró la importancia de esta pasarela de moda porque «permite mostrar a la sociedad productos elaborados por empresas extremeñas que se dedican a la producción y transformación de la lana, lo que implica sumar un valor añadido a este producto».

De hecho, cree que el sector de la lana debe avanzar para que todo se pueda hacer en la región. Para ello sería necesario que «los emprendedores y las cooperativas aúnen esfuerzos y con el apoyo de la Administración puedan generar empleo, riqueza y, sobre todo, que el valor añadido de los productos de nuestra tierra se pueda generar aquí y que al final se consiga lo que todos queremos, que fijar población en el mundo rural».

Además del desfile, quienes se acercaron ayer a Castuera pudieron ver la exposición artística 'Las Huellas de la Trashumancia', admirar las creaciones 'Urban knitting' de La Serena Tejida, degustar tapas de queso y productos extremeños o compartir una típica caldereta extremeña IPG Corderex. También se realizó, a modo de exhibición, una muestra de selección de la lana una vez de finalizar la esquila de la oveja.

En definitiva, una exitosa jornada tanto por el desarrollo de la prueba y el alto nivel de los esquiladores participantes, como por la asistencia del público, que respondió masivamente para presenciar las faenas de la tradicional esquila, ahora convertida en todo un espectáculo a medio camino entre el deporte (esfuerzo, habilidad y lucha contra el reloj), y la exhibición de lo que desde hace siglos es un duro oficio.