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José Tomás Palacín
Badajoz
Lunes, 23 de septiembre 2024, 14:00
«Transmitir tranquilidad a los ganaderos y a los consumidores». Esa parece ser la principal preocupación de las organizaciones agrarias extremeñas ante el primer foco detectado en Extremadura de lengua azul, en Almoharín. Han sido seis ovejas infectadas de las mil con las que cuenta la explotación, pero eso no ha impedido que la Feria de Zafra haya suspendido su certamen de ovino, vacuno y caprino.
Ángel García Blanco, presidente de Asaja de Extremadura, recuerda que lo primero y fundamental es darle tranquilidad a los ganaderos. «Es un serotipo 1, que nunca lo hemos tenido, pero su vacunación es de fácil aplicación. Se pincha y punto, y a los 21 días tenemos a los animales sin problemas. Que no se generen problemas ni tonterías».
Hace dos años en Salamanca hubo un problema similar, se firmó un acuerdo con el Ministerio de Agricultura para que se flexibilizara el movimiento y la exportación -que es lo que mantienen vivo al sector- y, según él, esto volverá a repetirse. Tanto el hacer de la administración como la enfermedad, que es cíclica.
«En una semana estará ya todo arreglado para las vacunaciones. Además, la única que hay disponible para el serotipo 1 es una combinada con el serotipo 4, que nos afectó en el pasado, así que mejor. España no está paralizada, sólo se controlan 150 kilómetros a la redonda de los focos. No hay que darle importancia, es un alarmismo sin sentido», declara.
Sí que recuerda que la enfermedad hemorrágica epizóotica (EHE) del año pasado fue la que realmente les afectó, porque los animales morían más. «Ahora, sin embargo, hemos tenido suerte, el número de corderos es muy bajo y cuando vuelva el frío se acabará».
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Por su parte, Juan Metidieri, presidente de Apag Extremadura Asaja ha querido tranquilizar al consumidor, ya que recuerda que la enfermedad no se transmite a humanos y se puede seguir consumiendo esa carne. «Prudencia, que es una enfermedad rutinaria para nosotros. La administración sabe lo que tiene que hacer y lo hará, como en 2021. Desinfectar, vacunar y controlar, poco más», asegura.
Y, aunque también ha transmitido un mensaje de calma y tranquilidad, UPA-UCE Extremadura sí que ha mostrado su preocupación por el caso de Almoharín. «Pedimos a las administraciones que trabajen para conseguir las dosis necesarias para vacunar a nuestra cabaña ganadera de ovino, caprino y vacuno cuanto antes, ya que el proceso de vacunación a tantos animales es lento», considera, por otro lado, su secretario general, Ignacio Huertas.
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