JOSÉ TOMÁS PALACÍN
Martes, 6 de septiembre 2022, 13:55
La agricultura biodinámica puede parecer algo muy actual, moderno, innovador..., pero nada más lejos de la realidad: es lo que hacían nuestros abuelos en el campo, una forma ancestral de entender la tierra cuya premisa es la simbiosis entre agricultura y ganadería. Un círculo sin ... principio ni final en el que la granja –organismo granja, en la jerga biodinámica– adquiere un papel especial.
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Rubén Cañadas, ingeniero agrónomo de Nugest, encargado de la parte biodinámica dentro de la compañía y experto en el tema, explica que debe haber una simbiosis entre la agricultura y la ganadería. «Es decir, nosotros alimentamos la tierra con lo que transformamos de los excrementos animales. De hecho, la certificación de la agricultura biodinámica te obliga a tener animales. No puedes decir que tienes cien hectáreas que van a ser cultivadas con agricultura biodinámica si no cuentas con la parte de la ganadería». Y es que, al final, una de las partes más importantes de ese círculo es que se utilizan preparados para el compost –algo que es obligatorio para la certificación– porque se debe tener ganado, no solo el abono.
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Del mismo modo, Cañadas recuerda que la Wikipedia indica, –«algo con lo que no estoy totalmente de acuerdo», apunta–, que la agricultura biodinámica es una parte de la agricultura ecológica aunque utiliza cierta metodología especial: se siembra con fases lunares, se tiene en cuenta astros como Júpiter o Saturno y, sobre todo, se abona y se trata con preparados biodinámicos.
«Hay que conocer sobre compostaje básico, porque no dejamos de hacer una cama o una pila de compost; de hecho esto es la base de la fertilización biodinámica», destaca. Aparte hay que conocer los preparados biodinámicos que se utilizan, que se meten dentro de esa cama de compost y que, una vez que ha pasado todo el proceso, queda como si fuera la tierra misma, como un polvo para abonar. «Lo mínimo que hay que tener son los preparados biodinámicos para que empiece el proceso de certificación».
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No se puede meter pienso convencional a los animales: mínimo tiene que ser ecológico. Si es biodinámico, mejor: un pasto biodinámico, del propio organismo granja, para que las vacas –un animal que es obligatorio para la certificación– o los cerdos puedan comer. También tiene que ser ganadería extensiva, tiene que haber un bienestar animal muy cuidado.
«Lo que pasa es que la biodinámica va mucho más allá que solo la agricultura ecológica, que solo llega hasta un punto. No todos los productos de ecológico se pueden utilizar en biodinámico, aparte que la biodinámica, su base, son los preparados y el compostaje. Se utilizan los preparados de Rudolf Steiner», indica Cañadas.
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Pero ¿quién es el tal Steiner? Fue un filósofo austríaco que a principios del siglo XX desarrolló el concepto de la agricultura biodinámica y el organismo granja. No inventó nada: básicamente se dedicó a observar lo que los agricultores y ganaderos hacían, que era abonar con los mismos excrementos que tenían en sus explotaciones. Además, dio una base por la que la biodinámica también es conocida: se dice que es la agricultura que tiene en cuenta lo espiritual, lo que no se ve, lo intangible.
Otra de las partes más conocidas de la biodinámica, como se ha citado anteriormente, es que tienen en cuenta los ciclos lunares, algo que a priori también podría parecer más espiritual, pero ni mucho menos. De nuevo, Cañadas señala que eso ya se hacía antiguamente, lo de mirar a la Luna. «Esta tiene influencia en las mareas, y en la agricultura es igual: dentro de las plantas hay vasos, como los del xilema, que suben los nutrientes a la zona aérea de la planta, y hay una influencia directa en ello. Dependiendo del ciclo en el que estemos podremos hacer un trabajo como plantar, recoger o abonar también. Pero vamos, eso ya se lo había escuchado a mi abuelo, No es nuevo, aunque lo parezca».
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La pregunta más importante, cómo no, es acerca de la rentabilidad. La respuesta es clara: es mayor que la de cualquier producto convencional. «Se puede entrar en los países centroeuropeos de forma sencilla. Esto es lo más atractivo, y más con la situación del mercado. Sin esa exclusividad no se podría entrar».
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