Borrar
Instalaciones de Montesano, en Jerez, una de las industrias promotoras del macromatadero de Zafra. HOY
La ley para implantar cámaras en mataderos llega en un momento «poco propicio»

La ley para implantar cámaras en mataderos llega en un momento «poco propicio»

Representantes de mataderos extremeños creen que siempre hay que estar «a favor» del bienestar animal, aunque recuerdan la «delicada» realidad que vive el sector

JOSÉ TOMÁS PALACÍN

Badajoz

Jueves, 25 de agosto 2022, 14:01

El pasado martes, el Consejo de Ministros aprobó un real decreto para cumplir con la legislación en materia de bienestar animal, por lo que se ha impuesto la obligación de implantar sistemas de videovigilancia en los mataderos de todo el país. En definitiva, más controles de los que ya se hacen, como recuerda el propio Ministerio de Agricultura, «para minimizar el sufrimiento animal durante la descarga, el traslado, la estabulación o el aturdimiento de los animales».

Desde los mataderos extremeños recuerdan que están siempre «a favor del bienestar animal» aunque también hay observaciones -y preocupaciones-, como que llega en un momento «poco propicio» o que requiere de muchos gastos en un contexto de crisis.

En primer lugar, Florencio Torres, presidente de la Asociación de Mataderos de Extremadura (Asomaex), indica que en la región ya se estaba trabajando en la instalación de estos sistemas antes de que saliera la ley.

«Casi todos los mataderos extremeños que estamos certificados en bienestar animal entendemos que es el camino adecuado. Va a suponer más costes y es importante que cuando se importe carne del exterior tengan las mismas condiciones que las nuestras. Pero estamos colaborando en todo lo que nos piden. Cumpliremos la ley, como es nuestra obligación», afirma.

Dos preocupaciones

En segundo lugar, José Ignacio Moríñigo, director general de Ibercom, la Cooperativa de Cerdo Ibérico, coincide en que, en un principio, todo lo que suponga incrementar las garantías sobre bienestar animal para el consumidor es positivo. Sin embargo, hay dos cosas que le preocupan sobre una nueva ley que, en el fondo, viene a convertir a las cámaras en una herramienta más dentro de los muchos protocolos de control que ya existen.

Por un lado, Moríñigo cree que este tipo de obligaciones deben estar acompañadas de mecanismos económicos de adaptación por las industrias ya establecidas. «Es posible que los grandes industriales no tengan problema», admite. «Pero hay que tener en cuenta la realidad de un sector como el del ibérico, en donde la sostenibilidad de muchas industrias familiares está pasando por un momento delicado y las perspectivas de cara a las navidades no son halagüeñas». Aunque, cabe recordar, que los grandes mataderos tendrán un plazo de un año para adaptarse a la nueva normativa y los pequeños, dos.

«En definitiva, que la norma como tal puede ser positiva, pero llega en un momento poco propicio y requiere de gastos y adaptaciones de procesos en un contexto de crisis y a puertas de la campaña de Navidad», resume.

Por otro lado, considera que se tiene que estar muy vigilante del estricto cumplimiento de la ley orgánica de protección de datos. «Son imágenes que vistas por un profesional del sector no suponen ningún problema. Sin embargo, no son aptas para el público en general», advierte.

«Dada la animadversión que parece tener este gobierno contra nuestro sector, nos preocupa que se haga un uso interesado y sesgado de las mismas. Por eso, es muy importante que las limitaciones de uso y exhibición de las imágenes quede perfectamente definido y que todas las industrias actualicen sus sistemas de Protección de Datos (otro coste más a asumir por otro lado)», apunta Moríñigo.

En el BOE recuerdan que los responsables de los mataderos deberán guardar las imágenes relativas a la «descarga, alojamiento en los corrales, conducción a la zona de aturdimiento, la sujeción, el aturdimiento y el sangrado hasta la muerte» para posibles comprobaciones a posteriori. Además, también tendrán que asegurar la «reproducción, la copia o la transmisión de las mismas» a otros dispositivos con «igual calidad» que la grabación original.

En qué punto se encuentran los mataderos extremeños

Torres, el presidente de Asomaex, señala que casi todos los mataderos extremeños -«o muchos», puntualiza- están certificados, así que esta ley no les ha venido de nuevas. «Puedo asegurar que en Extremadura iremos con dos años de adelanto a la ley».

En Extremadura la mayoría son mataderos pequeños, los grandes de cerdo blanco no están en la región, y aun así se encuentran entre los grandes exportadores del mundo. De ahí la importancia que le dan a los controles: «Tenemos el 60% del sistema implantado -en mi caso, en el matadero municipal- y en septiembre tendremos el 100%. Sabemos lo que viene. A los que estamos certificados ya nos exigían videovigilancia, seguridad, salud«. Y es que, además, los mataderos extremeños cuentan con funcionarios veterinarios ya adjudicados que controlan lo que hacen en cada momento.

Moríñigo, por su parte, apunta que en el nuevo macromatadero de Zafra, el Complejo del Ibérico de Extremadura (CIBEX), se instalarán estas cámaras de videovigilancia.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy La ley para implantar cámaras en mataderos llega en un momento «poco propicio»