El anuncio de la Comisión Europea de imponer aranceles a los coches eléctricos chinos ha desencadenado una oleada de preocupación en la industria cárnica española. Esta medida, destinada a contrarrestar las posibles subvenciones desleales del Gobierno chino a su industria automovilística, podría tener repercusiones significativas ... y no deseadas en el sector agroalimentario de la Unión Europea (UE), y en particular en las exportaciones cárnicas españolas a este país asiático.
Según la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE), podría tener fuertes consecuencias para el sector cárnico español, y por tanto para la economía nacional. Hay que recordar que nuestro sector cárnico no solo es líder en exportaciones, sino también un pilar económico fundamental, con un volumen de negocio por encima de los 33.000 millones de euros en 2023, lo que supone el 2,7% del PIB español, el 27% del PIB de la industria alimentaria, y el 4,6% de la facturación total de la industria española. La posible imposición de restricciones o aranceles podría poner en riesgo numerosos puestos de trabajo y afectar negativamente a la economía de regiones enteras dedicadas a la producción y exportación de carne.
Especialmente sensible puede ser el porcino, de cuya carne somos el primer exportador en Europa y segundo a nivel mundial. Una potencia comercial que nos ha llevado a alcanzar cifras récord, con más de 560.000 toneladas enviadas a China en 2023, valoradas en 1.223 millones de euros. Este mercado representa más del 20% de las ventas exteriores de porcino español, por lo que tiene una importancia crítica en las relaciones comerciales con este país. En este sentido, el Gobierno asiático ha tardado muy poco en anunciar que ha abierto una investigación de defensa comercial contra las importaciones de cerdo procedentes de la Unión Europea.
Pero la incertidumbre generada por las tensiones comerciales no solo afecta a las exportaciones actuales, sino también a futuras oportunidades de expansión. En los últimos años, España ha estado trabajando en la apertura de nuevos mercados para productos cárnicos, incluyendo carne de vacuno y ovino. Las represalias chinas podrían ralentizar estos esfuerzos, complicando aún más la situación para los exportadores.
Ante esta situación, ANICE ha solicitado al Gobierno español que se activen todas las medidas de contención previstas para casos de tensiones comerciales. Esto incluye la coordinación entre los Ministerios de Economía, Comercio y Empresa, así como el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para proteger los intereses de las empresas exportadoras. La industria cárnica también ha hecho un llamamiento a mantener abiertos los canales de comunicación para que las industrias estén informadas en tiempo real sobre cualquier desarrollo.
En definitiva, la imposición de aranceles a los coches eléctricos chinos puede ser vista como una medida necesaria para proteger la industria automovilística europea de prácticas desleales. Sin embargo, esta acción subraya la complejidad y las interconexiones del comercio global. Una situación que puede constatar cómo las decisiones en un sector pueden tener repercusiones inesperadas en otros. En este caso, el sector cárnico, que ha trabajado arduamente para establecer y expandir su presencia en el mercado chino, y que ahora se enfrenta a una posible crisis.
El contexto actual requiere una respuesta coordinada y estratégica tanto por parte de las autoridades europeas como españolas. hay que buscar soluciones para mitigar su impacto y proteger los intereses económicos del sector cárnico, entre otros. Asimismo, la industria debe prepararse para posibles cambios en el panorama comercial global, diversificando mercados y fortaleciendo su resiliencia ante futuras incertidumbres. La situación plantea un desafío significativo, pero también una oportunidad para revaluar y fortalecer las estrategias comerciales de España, en un mundo cada vez más interconectado.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.