Juan Higuero, junto a uno de sus ejemplares. J. S. P.
Ganadero

Juan Higuero: «Es cierto que criar en pureza tiene mucho sacrificio»

Este ganadero trujillano cuenta con una explotación con vacas de la raza avileña, dedicada para carne

Javier Sánchez Pablos

Trujillo

Viernes, 10 de mayo 2024, 08:33

El trujillano Juan Higuero proviene de una familia ganadera. Se hizo cargo de su propia explotación en el año 1997 y hasta la actualidad. Cuenta con una ganadería con animales de raza Avileña, destinada a la carne. De hecho, pertenece la Asociación Española de Criadores ... de Ganado Vacuno Selecto de la raza Avileña-Negra ibérica.

Publicidad

–¿Por qué apostar por este tipo de razas?

–Siempre hemos tenido esta raza. Son unas vacas con una antigüedad de los años 70. Por tanto, no nos vamos a deshacer de un patrimonio genético como el que tenemos. Además, es una raza buena, fértil, se adapta perfectamente al territorio y aprovecha los recursos naturales de los que dispone. Asimismo, el entramado de la Raza Avileña me facilita mucho la labor. Ejemplo de ello es que tenemos cebaderos comunitarios, donde cebamos los chotos. Ellos nos lo comercializan a través de la IGP Carne de Ávila. Así llevo desde el año 1999. Dan una garantía.

LA AVILEÑA

«Es una raza buena, fértil, se adapta perfectamente al territorio y aprovecha los recursos naturales de los que dispone»

–¿Hay que cumplir muchos requisitos?

–Ahora, nos piden que tenemos que sanear los terneros para subirlos a los cebaderos. Debemos vacunar de lengua azul y poco más. Si es cierto que criar en pureza tiene mucho sacrificio. Ejemplo de ello es que hay que elegir bien a los animales o quitarlos porque ya no sirven. Además, antes las razas autóctonas estaban más denostadas que las razas cárnicas. Hoy en día ya se da menos. Con las denominaciones de origen se ha conseguido que se valoren. También hay que tener una trazabilidad muy clara y tiene muchos controles.

–¿Cómo ves el futuro?

–El futuro del campo nunca ha sido bueno. Este año ha habido muy buena primavera pero el año pasado fue fatal, con la sequía, los costes de los piensos y la paja, junto a la enfermedad del famoso mosquito. Por tanto, fue un año criminal.

Publicidad

–¿Qué problema ve?

–El campo tiene muchos problemas de mano de obra. Por ejemplo, no hay trabajadores para momentos eventuales. Antes, era más fácil encontrar a este personal. Ahora, nos tenemos que apañar ayudándonos unos a otros. Además, no tiene relevo generacional. También existe mucha burocracia. Es cierto que se ha flexibilizado algo con las últimas protestas, pero se tiene que conseguir más. Además, tenemos mucho papeleo y eso que con el programa de la Junta de Extremadura nos facilitan muchas cosas. También hay que destacar que las sequías son más frecuentes y más largas. No obstante, este año hemos tenido una primavera excepcional.

–¿Algunas cuestiones han ido a mejor en los últimos años?

–Obedientemente, algunas cosas han ido a mejor. Cuando yo empecé, no se daban de alta los chotos. Luego empezaron a ponerse los crotales y se comenzaron a identificar las vacas. De este modo, para tener una trazabilidad es el único sistema. Es un hecho importante. También han avanzado las cuestiones sanitarias. Sin duda, hay cosas gratificantes, como esta primavera, que hace que a los animales de gusto verlos sin echarles de comer. Yo solo pido que un año venga normal, pero de esos hay pocos. Esperemos que los costes de producción bajen. Y es que lo de la paja el año pasado no fue normal.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad