¿Qué ha pasado hoy, 7 de febrero, en Extremadura?
José Luis Hernández gestiona más de 100 hectáreas con 70.000 ciruelos. HOY

«Me gusta el campo, pero prefiero que mis hijas se dediquen a otra cosa»

José Luis Hernández | Jefe de una explotación frutícola ·

Actualmente gestiona más de cien hectáreas con 70.000 ciruelos, distribuidos en cuatro fincas ubicadas en la provincia de Cáceres

ELOY GARCÍA

CASATEJADA.

Viernes, 28 de enero 2022, 08:09

Del mundo del tabaco al de la fruta. José Luis Hernández pasó de las cuatro hectáreas de la explotación tabaquera familiar a las más de cien de la frutícola que gestiona, Frumaex, ubicadas en los términos municipales de Saucedilla y Casatejada, donde cada año obtienen ... cuatro millones de kilos de ciruelas.

Publicidad

–¿Cómo comienza su relación con el sector agropecuario?

–Pues desde siempre, desde bien joven, pues mi padre era tabaquero. Mi familia es de Aldeanueva de la Vera y teníamos una finca en Majadas de Tiétar, de diez hectáreas, en la que plantábamos tabaco rubio.

«Además de a diferentes países de Europa, también mandamos mucha ciruela a Brasil y Emiratos Árabes»

–Cambió el tabaco por la fruta, pero siguió en Majadas...

–Así es. Ahora resido en Majadas y la central hortofrutícola para la que trabajo, Frumaex S.L., de Don Benito (Badajoz), tiene cuatro fincas en los términos municipales de Casatejada y Saucedilla.

–¿En qué consiste su labor?

–Soy jefe de explotación de estas fincas, que en total suman más de cien hectáreas, donde hay plantados 70.000 árboles, con una producción anual de cuatro millones de kilos de ciruelas.

Publicidad

–¿Recuerda sus inicios en Frumaex?

–Claro. Empecé a través de mi primo, quién ya trabajaba aquí. Era el año 2003 y estaban buscando fincas por la zona. Les ayudé a buscar en la zona regable de Valdecañas y en el mismo año compraron las primeras 75 hectáreas, que plantamos en el 2004, mientras que en 2011 compramos las restantes. De hecho, en esta zona regable fuimos los primeros en apostar por los árboles frutales, pues entonces la mayoría del regadío estaba destinado a explotaciones ganaderas. Y desde entonces trabajo con ellos.

–¿Por qué no siguió con la explotación familiar?

–Aposté por esto porque creo que tiene más futuro que el tabaco, que ya entonces, hace 18 años, nos decían que se iba a acabar. Aún perdura, pero es verdad que cada año son más los cultivadores de tabaco que se acogen al desacople y lo dejan. Además, cada vez son más los gastos para unos beneficios similares.

Publicidad

–¿Se arrepiente del cambio?

–No, estoy muy contento, creo que hice lo correcto, además de que me encanta el campo.

–Comenta que tiene dos hijas... ¿Le gustaría que siguieran la tradición familiar de trabajar en el campo?

–A ver... a mi me encanta el campo y me gustaría que a ellas les guste cuando sean mayores, pero preferiría que se busquen un futuro en otro sector, porque por desgracia el campo está cada vez peor.

–¿Es similar este cultivo al del tabaco?

Publicidad

–No tiene nada que ver, es totalmente diferente. Aquí hay tarea todo el año. Entre el 20 de junio y finales de septiembre estamos con la recolección, en la que empleamos a unas 80 personas. Finalizada esta descansamos unos días y nos ponemos a podar, con unos 18 trabajadores, y muchos más cuidados que precisan a lo largo del año.

–¿Dónde va la fruta que sale de estas explotaciones?

–La central está en Don Benito, Badajoz, desde donde se reparte por diferentes mercados. La mayoría se exporta fuera de España. Además de diferentes países de Europa, también mandamos mucha ciruela a Brasil y Emiratos Árabes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad