Francisco Alberto Vaquero con su hijo y algunas de sus vacas. HOY
Francisco Alberto Vaquero | Ganadero

«Sin subvenciones no se puede tener una explotación»

Después de una vida dedicada al campo, este ganadero trabaja en una finca por cuenta ajena y tiene una explotación

JAVIER SÁNCHEZ PABLOS

TRUJILLO.

Viernes, 10 de febrero 2023, 09:04

Natural de la cacereña La Aldea del Obispo, Francisco Alberto Vaquero, lleva una vida dedicada al campo. Ya, de niño, ayudaba a su padre con las tareas. Rápidamente se puso a trabajar en diferentes fincas. En la actualidad, con 46 años, trabaja para la finca ... Casilla de Piedrahincada. Además, tiene ganado propio.

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–¿Por qué posee una explotación con ovejas y vacas.

–Es complicado tener una finca con una sola cosa. Es importante diversificar. El de las vacas es un trabajo más llevadero, no tan esclavo como el de las ovejas.

ELECCIÓN«La oveja da más dinero que la vaca, pero también más trabajo. A partir de ahí, habrá gente que le compense más o menos»

–No obstante, ¿merece la pena tener ganado ovino?

–La oveja da más dinero que la vaca, pero también más trabajo. A partir de ahí, habrá gente que le compense más o menos. También es cierto que las ovejas las suelen trabajar el propio dueño, ya que pastores, gente para este ganado, ya quedan muy poquitos. Este personal necesita más experiencia. Por tanto, hay muy pocos pastores que sean más jóvenes de 45 o 50 años. Los que hay, suelen ser mayores.

–Cómo se organiza para atender el ganado de donde trabaja y el suyo.

–Me echa una mano la familia. Además, siempre busco huecos. A mis animales voy más temprano o a última hora de la tarde o a mediodía. Uno se tiene que dar cuenta de que, en el campo, no tiene horario. Si una vaca se pone de parto y la tienes que atender, da igual en qué momento sea. Eso no quiere decir que en el campo no se pueda estar. Lo que pasa es que te tienes que concienciar de que lo mismo te tiras toda la semana sin problemas, que, un domingo, te tiras todo el día.

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–Siempre se ha dicho que no existe relevo generacional.

–Los jóvenes no quieren esto. Hay muchas veces que no puedes dejar a los animales solo. Siempre tienes que dar una vuelta por si surge algo. Luego está el tema del curso de la incorporación al campo. Si una persona joven con 25 o 30 años se mete en una finca pagando una renta y luego compra el ganado, mi pregunta es que cuándo amortizas eso, porque te obligan a estar cinco años. Además, recuerdo que los márgenes en el campo son mínimos.

–¿Cómo lleva la burocracia?

–Mal. Para cualquier papeleo o cualquier cosa te tiras un montón de tiempo y hay mucha burocracia. Normalmente, hay gente que se dedica a llevarte los papeles. Si no, es imposible. Hasta las nueve no abren en la oficina veterinaria. Por ejemplo, para hacer una guía, tienes que sacar número, que si vete a pagar unas tasas... Hoy día se solucionan muchas cosas por Internet, pero también hay que saber, además de que no me gusta. Otro problema es que lo que hoy lo haces de una manera, cuando pasa una semana ya te lo han cambiado.

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–¿Y por qué le gusta el campo?

–Me he criado siempre en él. Me gusta estar en el campo, pero cada vez menos, porque no tienes una recompensa. Además, dependemos de las subvenciones, que cada vez las están recortando más. Pero, sin subvenciones no se puede tener una explotación. Lo que queda a un dueño de una finca es esa ayuda. Lo que saca de la venta de los animales es todo para el pienso y su mantenimiento.

–¿Una posible solución?

–Que valiese el ganado lo que tiene que valer. No queda otra. Lo que pasa es que luego hay muchos intermediarios.

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