Una región idónea para el cultivo del pistacho

Los agricultores extremeños siguen apostando por el pistacho como uno de los cultivos alternativos que gana presencia en la región y que, según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE), alcanzó las 1.277 hectáreas en el año 2020. De esta forma, se afianza como uno de los frutales no cítricos en Extremadura por detrás del almendro o la higuera, entre otros.

A nivel nacional, este fruto seco alcanzó las 44.244 hectáreas en España, coincidiendo con un incremento general de superficie en los cultivos leñosos que se debe fundamentalmente a la expansión del almendro y el pistacho, seguidos en menor medida por aguacate, nogal y castaño.

Una apuesta decidida, aunque todavía lejos de otras comunidades como Castilla La Mancha. Sin embargo, jornadas como la celebrada ayer en Agroexpo con el pistacho como Cultivo Invitado invitan a confiar en un cultivo que tiene en Extremadura un clima y un suelo adecuados. «Las condiciones generales del interior peninsular ibérico hacen que su adaptabilidad sea perfecta», explicaba Julián Guerrero Villaseñor, licenciado en Ciencias Biológicas

Factores que se cumplen en la región extremeña. «En Extremadura tenemos suelos que cumplen con los requisitos. Cada zona de la región puede optar por una variedad diferente, pero hay suelos incluso mejores que en otras Comunidades Autónomas, también en cuanto a clima, aunque tenemos que optar por variedades más tempranas por el frío que necesita», añadía Manuel Casado, presidente de la Asociación de Productores de Pistacho en Extremadura (Propistaex).

La jornada del Cultivo Invitado sirvió también para analizar el futuro del pistacho desde el punto de vista de la innovación a través de la ponencia 'Evolución de Portainjertos Frutales: De la Semilla a la Clonación', a cargo de Luis María Aliseda, de Viveros Provedo.