Noelia Marló pone acento extremeño a 'Acacias 38'

Llegó a Madrid con 18 recién cumplidos y medio engañando a sus padres con la promesa de estudiar una carrera, pero ella ya había solicitado participar en todos los casting que veía antes de salir de Almendralejo.

Un mes después, ya había conseguido su primer papel como protagonista en el musical de El Principito. Comenzaba así el sueño de una niña que desde los cinco años ha estado haciendo teatro en el colegio y en grupos.

Fueron los momentos más duros, trabajar para pagarse los estudios en una escuela privada de intrepretación, el musical y seguir haciendo casting.

Ahora, once años después, Noelia reconoce orgullosa que todo ha merecido la pena.

Sobre todo después de anunciar que ha sido seleccionada para un nuevo papel de la veterana serie de Televisión Española 'Acacias 38', trabajo que compagina con su papel en la obra teatral 'La función que sale mal' en el teatro Rialto de la Gran Vía, donde recaló tras un exitoso paso por el teatro de La Latina.

«Me siento superafortunada. Estoy un poco asimilando todo, pero estoy muy contenta, porque no me lo creo».

«Estoy intentando compaginar todo, porque también estoy haciendo locuciones, hice un anuncio de San Miguel y hago la voz de Loreal. Estoy haciendo malabares para compaginar. Laboralmente es el mejor año de mi vida».

A pesar de que el sueño de Noelia siempre ha sido el mundo audiovisual, hasta el pasado mes de noviembre no logró acceder a una prueba para una serie de televisión.

«Me llegó la separata de una serie mítica de televisión y de época, siempre me han dicho que tengo cara de antigua, y la separata habla de pimentón, así que tengo la suerte de interpretar a un personaje con acento extremeño, que me encanta. El personaje es una cocinera. Grabé la prueba online y al parecer les gustó a las directoras de casting, a la productora y a la cadena, porque hay que pasar tres pruebas. Y ya estoy rodando el personaje de Luzdivina en la nueva temporada de Acacias, lo estoy asimilando todavía».

Todo ello en un año maldito para la mayoría, «estoy un poco agotada en general, pero estoy intentando compaginarlo, porque me apasiona lo que hago. Creo que es importante aprovechar esas buenas rachas».

Ha sido un año diferente, como para todos, extraordinario, le gusta a ella decir.

Después de ver interrumpidas por la pandemia sus funciones en La Latina con lleno casi a diario, se fue a Almendralejo a pasar el confinamiento con su familia, «fue como una vuelta a la adolescencia, a cocinar juntos, a ver pelis, de juegos de mesa».

La montaña rusa, pero siempre para arriba, en la que se ha convertido su profesión se inició cuando la llamaron para un papel de actriz en el Festival de Teatro Clásico de Mérida, «actuar en Mérida fue una experiencia brutal y tuve la suerte de repetirla dos años seguidos».

Pero antes Noelia ya había hecho muchos musicales, zarzuela, de cantante en orquesta y de corista en grupos musicales.

«En esta profesión es importante la constancia, tienes que aceptar muchos no y caerte y levantarte muchas veces. Tirar la toalla es lo primero que se te ocurre muchas veces. El volver a levantarte y la actitud en esta vida es imprescindible, es básica una actitud positiva».

«Creo que el esfuerzo, el estudio y también intentar tener tu carrera cuidada».

Al futuro le pide «poder ganarme la vida como actriz y poder vivir de mi profesión, ya soy feliz con ello. Me gustaría seguir haciendo cosas en audiovisual, hacer alguna película. Y series, porque una serie diaria tiene un ritmo muy diferente».

«Mientras pueda seguir pisando las tablas, locutando y de cantante y puedo vivir de ello, al final es lo que todo artista quiere».