miguel veríssimo
Viernes, 8 de abril 2016, 00:16
La ciudad portuguesa de Évora -60.000 habitantes, a una hora en coche de Badajoz- continúa esperando su centro comercial. El proyecto que comenzó a construirse en 2011 lleva años con las obras paradas, pero podría abrir sus puertas finalmente el año próximo gracias a un inversor de Dubái que pretende terminar las obras lo antes posible. Con una superficie de cerca de 20.000 metros cuadrados y unas 70 tiendas, el centro Évora Shopping pretende convertirse en referencia del comercio regional e incluso aspira a competir con Badajoz a la hora de captar clientes del Alentejo.
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Pero hasta el momento, Évora no tiene centro comercial y la ciudad es una de las 15 poblaciones lusas cuyos habitantes realizan sus compras habitualmente en Badajoz, según el Atlas Socioeconómico de Extremadura. A tenor de los testimonios de eborenses recabados por HOY, buena parte de ellos ya tiene a El Faro como punto de referencia para hacer sus compras en la capital pacense. «Me gusta mucho ir a ese centro comercial. Es un espacio agradable y amplio y tiene varias tiendas en las que suelo comprar aquí, pero acabo por visitar Badajoz y de paso compro allí», asegura Patricia Antunes, que además trabaja en una zapatería ubicada en plena ciudad monumental.
Marcas
Para Carla Santos, dependienta de un establecimiento de artesanía local, la posible competencia de Évora Shopping al comercio pacense «dependerá de las tiendas que coloquen» en el nuevo centro. En declaraciones a HOY, el director de inversiones de Ares Capital, la empresa que ha adquirido el complejo, aseguró la semana pasada que habían iniciado contactos con las grandes firmas. «Es obvio que todos los centros comerciales quieren tener marcas como H&M, C&A, Mango o las firmas del grupo Inditex», afirmó Maximiliam Herget.
Una de las enseñas que pueden encontrarse en Badajoz empuja a Filomena Martins y Rita Nobre a recorrer unos 100 kilómetros para ir de compras. «Vamos a Primark a El Faro, pero nada más. Es diferente, hay más variedad», explican en la puerta de su centro de trabajo, situado en una de las plazas más céntricas de Évora.
Al igual que para ellas, para muchos alentejanos es habitual tener que enfilar la carretera para ir de compras. «Creo que es un hábito ir a Badajoz», afirma Desiderio Valente. Muchos otros, en cambio, prefieren hacer el recorrido en dirección oeste para ir hasta las tiendas de la capital lusa. «Aquí en Évora creo que la gente va más a Lisboa, pero en la parte de Redondo, Vila Viçosa o Estremoz viajan más a España», explica Filomena Martins.
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Futuro
Los motivos para cruzar la Raya para ir de compras son de lo más diversos. Algunos hacen turismo y, de paso, compran. Otros acuden a las tiendas y de paso hacen turismo. «Cuando voy allí siempre compro», dice Desiderio Valente. «La gran ventaja de España es que hay mucha gente que se desplaza y aprovecha para llenar el depósito de gasolina y comprar gas, que es mucho más barato que aquí», apunta Joaquim Pratas, dependiente de una tienda de ropa próxima a la Praça do Giraldo.
Tras conocer los planes de apertura de Évora Shopping, la incógnita que se plantea es la de conocer qué pasará con los portugueses que acuden a comprar a Badajoz, que son unos 180.000, según el Atlas Socioeconómico de Extremadura. «Con el centro comercial todo va a quedar mejor para Évora y seguro que irá menos gente a Badajoz», vaticina Desiderio Valente. «Depende de en lo que se convierta el centro comercial, pero creo que en principio la población se va a quedar por aquí cerca. Si es atractivo, la gente se va a quedar aquí», expone Pratas.
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Los horarios de los comercios también son un factor a tener en cuenta por los clientes portugueses. La compra de Évora Shopping ha llegado en medio del conflicto por la rebaja del número de festivos de libre apertura. En el país vecino, el comercio abre todos los domingos mientras que en Badajoz los festivos autorizados para abrir se rebajarán próximamente a diez.
«Creo que el cierre de los domingos va a repercutir en la afluencia de portugueses», asegura Patricia Antunes. Esta joven va incluso más allá y se queja de los horarios del comercio en España. «Las tiendas cierran a las diez y deberían estar abiertas incluso hasta un poco más tarde, eso también influye. En Portugal los centros comerciales más grandes abren casi hasta medianoche», apunta. La joven expresa que con la apertura de Évora Shopping «los portugueses puede que se queden aquí a no ser que les guste mucho ir a España».
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La eborense María Joana Carvalho es incluso más clara. «Vamos para ver cosas más baratas, pero si abren aquí un centro comercial con los precios idénticos y tiendas con cosas mejores... Creo que no merece la pena ir a comprar a España», explica.
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