Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 8 de febrero, en Extremadura?
Los voluntarios preparan los lotes que entregan a unas 80 familias necesitadas del barrio. :: j. v. arnelas
Solidaridad blanca y en botella

Solidaridad blanca y en botella

En esta iglesia de la Margen Derecha reparten alimentos a unas 80 familias necesitadas

Estefanía Zarallo

Domingo, 17 de abril 2016, 09:29

Mientras José Lucas atiende la entrevista de HOY suena su teléfono móvil. Es un conocido preguntando sobre el horario por el que puede pasarse a donar varios brik de leche. Minutos después llaman a la puerta. Una señora con un carrito de la compra deja una bolsa con más botellas de este alimento de primera necesidad. Es solo un ejemplo de que la campaña de recogida de leche que están llevando a cabo estos días desde Cáritas Parroquial de San Fernando está siendo todo un éxito.

MÁS INFORMACIÓN

  • u¿Qué es? Es una campaña especial de recogida de leche que comenzó el pasado 11 de abril, organizada por Cáritas Parroquial. No tiene una fecha concreta de finalización.

  • u¿Dónde? En la parroquia de San Fernando y Santa Isabel.

  • uHorario. Todos los días de 20.00 a 20.30 horas. Los martes de 11.30 a 12.30 horas y los miércoles y viernes también por las mañanas, de 10.00 a 12.00 horas.

Los números hablan por sí solos. Más de 800 litros en la primera semana de recogida. De momento, el reparto de alimentos de las próximas semanas está garantizado. Se percataron de la carencia mientras preparaban los lotes con productos que entregan a las familias necesitadas del barrio de San Fernando, en la Margen Derecha.

«Nos dimos cuenta de que no había leche suficiente. Nos pusimos manos a la obra y pensamos en lanzar una campaña», explica José Lucas, coordinador de Cáritas Parroquial. El sacerdote Manuel Fernández Rico elaboró un cartel con una vaca que pronto comenzó a circular por las redes sociales y a través de WhatsApp. «En un principio se difundió por el barrio, pero con Internet ha llegado a toda la ciudad», relata Lucas, que cuenta que están llegando donaciones desde todos los puntos de Badajoz e incluso desde algunos pueblos.

La mayoría de personas suele donar alimentos no perecederos, como arroz, pasta, lentejas o garbanzos, pero también es necesario llenar la cesta de productos del reparto con leche, yogures, fruta, harina, azúcar, galletas, gel de baño o detergente. «También nos viene bien recibir comida en lata, como verduras, fruta en almíbar o pescado, porque hay familias que no tienen dónde cocinar», subraya la voluntaria Juana María García, que recuerda así otra campaña similar que denominaron 'Dar la lata' para recoger comida envasada.

Las campañas no son cíclicas. Surgen en momentos puntuales, aunque lo más importante de ellas no es únicamente el producto, sino lograr sensibilizar a la población y que sepan que lo que donan llega a su fin, según José Lucas, que valora positivamente que la comunidad parroquial esté tan comprometida con Cáritas y que incluso personas que no viven con desahogo económico hagan el esfuerzo de colaborar. «La iglesia debe ser el brazo de los pobres y estar a su servicio», subraya mientras agradece la acogida.

En esta parroquia el número de familias a las que atienden oscila entre las 80 y las 100. Muchas son monoparentales, formadas principalmente por la madre y varios hijos.

Algunas de estas familias tienen más de una decena de miembros. Hay periodos en los que han llegado a repartir alimentos en más de 115 hogares. Cuentan con más de 20 voluntarios que ayudan en todo lo necesario y con un taller solidario en el que realizan manualidades que luego se venden en mercados como el que se instala en San Francisco en Navidad. El dinero que se recauda también está destinado a Cáritas.

Acogida y escucha

Para muchas personas no es fácil acudir a estos servicios y otras lo hacen en situación extrema. Detrás de cada una de ellas hay una historia que desde Cáritas se encargan de escuchar. Su labor es crear vínculos, ser acogida para quienes lo necesitan, lo cual no impide que sigan un proceso que se inicia con una entrevista con la persona que demanda ayuda. Se pregunta por qué acude y qué reclama y se le pide que entregue la documentación que acredite su situación.

A veces hay ayudas administrativas que pueden solicitar y también se les indica cómo hacerlo. Desde Cáritas Diocesana cuentan también con un servicio de asesoramiento legal al que pueden derivar a las familias.

Tras la entrevista inicial, dos voluntarias visitan a la persona en su domicilio y redactan un informe que se añade a su expediente. Por último se valora y se apoya en su necesidad, que puede ser alimentos, ropa, el pago de algún recibo o gastos extra como unas gafas.

Y es que en la parroquia de San Fernando, además del reparto de alimentos, hay servicio de ropero, donde la gente entrega no solo prendas de vestir, sino también cunas o carritos para bebé. «En realidad, todo lo relacionado con los niños pequeños es necesario, como los pañales o los potitos», comenta Juana María García.

También es imprescindible ir más allá y no paliar únicamente la situación de necesidad. Es por ello que desde Cáritas quieren crear cursos para formar a las personas en cuestiones como la administración del dinero, la informática -para poder solicitar documentos vía Internet- o la cocina. «Con un kilo de arroz se pueden hacer muchas comidas y tenemos a un cocinero que quiere impartirlo», asevera José Lucas.

¿Y si sobra leche de esta campaña? Al ser un alimento con un periodo relativamente corto de caducidad, si algún brik está próximo a esa fecha, se entregará a la residencia de mayores de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Badajoz.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy Solidaridad blanca y en botella