Los niños del Cerro Gordo simulan una clase en los terrenos del futuro colegio

Un éxito. Así puede calificarse el acto de protesta que protagonizaron ayer los vecinos de la barriada pacense del Cerro Gordo para reclamar el comienzo de las obras del colegio público. Pasadas las siete de la tarde y en fila, los niños del barrio, mochilas al hombro, acompañados de sus padres, llegaban al descampado donde la Junta de Extremadura tiene previsto levantar el colegio para escenificar la vuelta al cole.

En los terrenos, se simuló un aula, delimitada con globos, y donde había pupitres y una pizarra, que habían llevado los propios padres. Niños de todas las edades siguieron la clase de un profesor muy especial, Vakas Flakas, un artista circense que pasó lista, los puso a dibujar en la pizarra su soñado colegio y les organizó la hora de gimnasia. De esta forma tan original y lúdica, los vecinos volvieron a sacar las pancartas que ya pasearon en la marcha del pasado mes de junio, para recordarle a la Administración que en el barrio hay mil niños que esperan un colegio desde hace ocho años. Y, que en el Cerro Gordo viven más de 7.000 personas, pero el barrio sigue sin ninguna infraestructura educativa.

Los padres coincidían en que, un curso más, encaran la vuelta al colegio de sus hijos sin que se haya puesto una piedra en el solar del futuro colegio. Todo está pendiente de la aprobación del Plan de Infraestructuras Educativas, donde la Junta de Extremadura debe fijar la inversión para hacer realidad el colegio de Infantil y Primaria del Cerro Gordo y comenzar así el proceso para la redacción del proyecto y la contratación de las obras. Precisamente ayer, la consejería de Educación y Empleo anunció su intención de que el próximo jueves día 15, se exponga, debata y vote en el pleno de la Asamblea.