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¿Qué ha pasado hoy, 25 de marzo, en Extremadura?

Los barrios tradicionales de Badajoz siguen perdiendo población

Durante el año 2019, Badajoz solo sumó 193 vecinos gracias al aumento de residentes en las zonas del extrarradio

Miércoles, 8 de enero 2020, 21:38

Santa Marina ha perdido 400 vecinos en cinco años, San Fernando y Valdepasillas, 300 cada barrio, San Roque un centenar y el Casco Antiguo, 200. En este mismo periodo, el Cerro Gordo ha sumado más de 1.500 residentes. El padrón municipal a 1 de enero de 2020 confirma la caída, un año más, de los barrios tradicionales de la ciudad frente a las urbanizaciones del extrarradio.

El dato más positivo es que la ciudad no pierde población. A lo largo de 2019, Badajoz sumó 193 residentes, lo que supone una subida del 0,12%. Se queda con 152.764 empadronados. Es un avance muy pequeño, pero positivo en comparación con la tendencia regional. En este mismo periodo de tiempo, Extremadura perdió 5.153 vecinos. Eso sí, los núcleos rurales son los más afectados.

Este pequeño empujón en Badajoz, sin embargo, sigue sin compensar la caída de población que sufrió la capital pacense durante varios años. De hecho, hay menos vecinos actualmente que en 2015. El contraste es aún mayor cuando se compara la situación con la de hace 10 años. En 2010 la capital pacense presumía de un ritmo de crecimiento potente con 1.300 nuevos vecinos cada año durante varios ejercicios. En 2011 todo se paró y la subida fue de la mitad. Desde entonces nunca se ha vuelto a marcar un ritmo como el anterior a la crisis económica.

Otra estampa clara que deja el padrón municipal es la distribución de los vecinos. San Roque y San Fernando siguen siendo los barrios con mayor población seguidos por Santa Marina y el Casco Antiguo, pero todas estas zonas pierden vecinos mientras que las urbanizaciones del extrarradio, como el Cerro Gordo, La Pilara o el Cuartón Cortijo suman residentes.

El fenómeno afecta a todos los barrios tradicionales como Valdepasillas o Suerte de Saavedra. Pardaleras y Antonio Domínguez esquivan esta despoblación, pero solo en este 2020. En los años anteriores también han ido perdiendo fuerza en el padrón municipal.

Al comparar Badajoz a 1 de enero de 2020 con las cifras del 1 de enero de 2015, la imagen es aún más clara. Entonces el Cerro Gordo no llegaba a 4.000 vecinos y actualmente son 5.373. En estos años, sin embargo, los barrios tradicionales han ido perdiendo residentes a un ritmo de unos 50 al año, de media.

Envejecen

La consecuencia más evidente es que estas zonas envejecen mientras que las del extrarradio concentran a las familias jóvenes con niños pequeños. La mejor prueba se da cada primavera, cuando se abre el proceso para escoger colegio para los niños de tres años. La caída de la natalidad ha hecho que queden vacantes en centros que tradicionalmente se llenaban o que, al menos, sea más fácil entrar. Por contra, en San Roque las solicitudes desbordan la oferta educativa porque es donde están inscritos los menores que viven en el Cerro Gordo y La Pilara.

Santa Marina, San Roque, Valdepasillas, San Fernando y el Casco Antiguo pierden 1.300 vecinos en cinco años y Cerro Gordo suma 1.500

Este problema se solucionará cuando abra el nuevo colegio de la ciudad, en el Cerro Gordo. Esta nueva infraestructura podría provocar que aumentase aún más la cifra de vecinos empadronados en este barrio, ya que actualmente hay residentes que no están inscritos oficialmente en su vivienda habitual para poder solicitar centro escolar en otra área, un fenómeno muy generalizado. De hecho, han sido los servicios que gana el Cerro Gordo los que han conseguido que muchos vecinos se empadronen allí, como por ejemplo, el centro de salud o la organización de actividades la FMD (FundaciónMunicipal de Deportes).

La vivienda barata ha sido la clave en el cambio de tendencia en Badajoz. Son los llamados pisos de 60.000 los que han cambiado el dibujo de la ciudad. Para los jóvenes encontrar un piso asequible en su barrio natal, como San Fernando, Santa Marina o San Roque, es muy difícil por lo que optan por buscar oportunidades en las zonas nuevas. En los próximos años la tendencia podría ser la misma, ya que las urbanizaciones previstas también están fuera de los barrios tradicionales. Eso provocará que el padrón siga aumentando en la avenida de Elvas, con sus nuevas casas, o en el Cuartón Cortijo, donde se mudarán los residentes de la segunda fase y se prevé la construcción de otra urbanización con más de 2.000 viviendas.

Gévora y Novelda se libran de la caída de habitantes del resto de poblados

Badajoz crece, pero sus ocho poblados menguan. Es la tendencia los últimos años. Sin embargo, en 2019 tanto Gévora como Novelda del Guadiana lograron librarse de la caída de población según el padrón municipal de la ciudad a 1 de enero de 2020.

En general, las ocho pedanías suman 7.835 residentes, lo que supone una caída del 0,44% con respecto al 1 de enero de 2019 cuando el padrón marcaba 7.869 vecinos en estos lugares. En Gévora, el poblado más grande con el que cuenta la ciudad, hay 2.493 residentes (ganan 10) y en Novelda son 928 (6 más que en 2018).

En el resto la cifra es menor que el año pasado. En Valdebótoa son 1.324 (pierde 25), en Sagrajas son 568 (5 menos), en Villafranco restan 12 residentes y son 1.499, en Alcazaba son 236 (pierden 7), en Alvarado son 341 (4 menos) y en Balboa, 446 (pierde 5).

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