No hubo daños personales. El incendio, más aparatoso debido a la oscuridad de la noche, que ayer quemó varios contenedores del centro de reciclaje Cerexsal fue apagado de madrugada.
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En la mañana de hoy, reinaba la calma en la zona y la columna de humo, que durante las últimas horas de la tarde de ayer era visible desde las parcelas próximas, ya había desaparecido. Incluso algunos trabajadores relacionados con las instalaciones se han acercado esta mañana hasta las instalaciones sin saber que se había producido un incendio.
Se encontraron con la verja de acceso al recinto cerrada, aunque en el interior sí había algún vehículo, y trataban de contactar por teléfono con los responsables para saber el motivo. Y es que a los dueños de la planta de reciclaje se les hizo de día en la zona. Hasta las ocho de la mañana estuvieron en el lugar.
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Antes, a las cuatro de la mañana, terminaron los bomberos las labores de extinción en este punto de almacenaje de chatarras y metales situado en la carretera de Olivenza. El fuego se declaró a última hora de la tarde, pasadas las ocho, y ya se preveía que las labores de extinción fuesen largas.
Ardieron neumáticos y maderas en una zona de difícil acceso debido a la cantidad de material cercano. En los primeros momentos se tuvieron que retirar bidones de aceite, así como balas de papel prensado, de la zona próxima a las llamas. Tras alejar del fuego los elementos que podían contribuir a alimentar el incendio y los que suponían un riesgo para el trabajo de los bomberos, se procedió a intentar extinguir las llamas.
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Algún cristal que hiciera efecto lupa con la luz del sol se barajaba ayer por la noche como la causa más plausible del fuego. El viento que hacía a última hora de la tarde ayudó a avivar las llamas.
Tras recibir el aviso, a las 20.18 horas salieron hacia el lugar del incendio, en el kilómetro 5 de la carretera EX-107, se desplazaron tres camiones de bomberos del Ayuntamiento. Pasadas las 22.00 horas se sumó una cuarta.
También acudieron a las instalaciones de Cerexsal agentes de la Guardia Civil y una ambulancia de soporte vital básico de Cruz Roja, que estuvo en el recinto de la planta de reciclaje hasta que los bomberos acabaron su tarea de extinción para prestar servicio de manera preventiva ante algún posible accidente.
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El centro de reciclaje afectado por el fuego se dedica desde hace más de una década a la recuperación de materias primas como cartón, papel, metales, así como el transporte de residuos sólidos urbanos a la planta de recuperación de Badajoz para su posterior tratamiento.
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