Una zódiac de los bomberos se suma a la búsqueda de José María en el Guadiana

Esta mañana se ha retomado la búsqueda de José María Silva, el menor de 13 años que este jueves por la tarde desapareció tras precipitarse al Guadiana. La familia se ha congregado en La Pesquera desde las siete de la mañana, en el punto donde se vio por última vez al niño. El niño estaba en el agua con dos amigos. Cuando iban a salir, el menor fue por otro lugar y los otros menores lo perdieron de vista.

La búsqueda dentro del cauce ha arrancado a las nueve de la mañana. Siete efectivos del equipo acuático de Cruz Roja han entrado en el agua con pértigas para registrar los lodos y la vegetación de la zona donde se vio por última vez al menor. Les cubre por la cintura y van recorriendo el río golpeando en el suelo y retirando vegetación en busca del menor. Hay áreas donde los efectivos se meten hasta el cuello. Zonas más profundas y pozas que complican el registro del río.

Sobre las dos y media de la tarde, un equipo de bomberos del Ayuntamiento ha metido una zódiac en el cauce para ampliar la búsqueda con este sistema.

En el dispositivo se está usando un dron de la Policía Nacional que sobrevuela el azud en busca de indicios. En la zona también hay efectivos de Protección Civil y de la Policía Local. Se han incorporado también miembros de los GEO (Grupo Especial de Operaciones) de Policía Nacional llegados desde Guadalajara. Especialistas que van a coordinar el dispositivo.

Cruz Roja ha habilitado una carpa para los familiares del menor donde serán atendidos por un psicólogo.

La investigación corre a cargo de la Policía Nacional, que desde primera hora participa en el dispositivo con agentes de Seguridad Ciudadana, Policía Judicial y drones.

Según los testigos, José María estaba en el muro del azud antes de entrar en el agua. Se bañó con dos conocidos y le perdieron la pista. Se trata del muro que llega al salto de agua desde Las Crispitas. Se puede caminar por encima.

Lo primero que han hecho los GEO al llegar ha sido subir al muro y lanzar ramas para ver la trayectoria que siguen por el río.

Entre los familiares de José María Silva hay mucho nerviosismo. Aunque la búsqueda oficial se suspendió anoche a las ocho y media, muchos parientes del menor se quedaron hasta la madrugada usando la luz de sus teléfonos móviles para rastrear las orillas y llamar a voces al desaparecido.

Los parientes del menor, que han acudido al Pico para mostrar su apoyo, piden que se ponga en marcha una búsqueda a pie por las orillas. La Asociación Adonay, especializada en búsqueda de desaparecidos, se ha sumado al dispositivo a las seis de la mañana pero la policía no recomienda el rastreo a pie, por lo que no se está llevando a cabo.

También piden que se incorporen las barcas. Hay dos en la zona pero este jueves aún no han entrado en el agua.

José María Silva vive en Suerte de Saavedra, el resto de su familia es de San Roque donde son muy conocidos. Estudia en el colegio Virgen de Guadalupe y tiene un hermano pequeño matriculado en el colegio La Soledad, donde él también estudió primaria.

Precisamente este centro tenía organizada una actividad extraescolar a la zona de las Crispitas para este viernes que han decidido cambiar de ubicación. Se trata de una ruta senderista que organiza el centro para promocionar el ejercicio como hábito de vida saludable. En el colegio están muy preocupados, por lo que aseguran que están al pediente de lo que ocurra en las próximas horas.

Su familia está destrozada. Sus conocidos saben que el desenlace más probable es el hallazgo del cuerpo y piden que se produzca lo antes posible para aliviar la angustia de la familia. «Que aparezca el niño, al menos que se termine», dice una conocida que ha ido al Pico para ayudar en la búsqueda.

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