La plaza Alta, vista desde las instalaciones de la UNED. Pakopí
Badajoz

El cierre de la UNED en la Plaza Alta afectará a 650 alumnos y 30 profesores

El Ayuntamiento incide en que el convenio de cesión del edificio ha caducado y que «está abierto a trabajar en uno nuevo»

Rocío Romero

Badajoz

Jueves, 4 de julio 2024, 07:25

El cierre de la UNED en la Plaza Alta afectará a 650 alumnos. Muchos de ellos acuden a las tutorías que se imparten en este edificio, que abrió en 2007 tras ser cedido por el Ayuntamiento y que abandonará el 31 de diciembre como ... muy tarde a petición del propio Consistorio.

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La concejala de Patrimonio, Ana Casañas, informó a la dirección de la institución educativa que el convenio que les unía había caducado y que no podrán recibir allí el nuevo año. Les envió la carta el 12 de junio y la dirección del centro la aportó a la reunión del consorcio universitario del pasado viernes. Con esa carta, el Ayuntamiento da por terminado un convenio que firmó Miguel Celdrán hace 17 años.

El entonces alcalde decidió que Badajoz tuviera una extensión del centro asociado de Mérida. Inicialmente, esta universidad estatal se implantó en aquellas ciudades que carecían de campus, como entonces ocurría en Mérida y Plasencia. Posteriormente, el interés por su método de estudio fue creciendo y otros municipios con universidades regionales o locales se sumaron.

Ocurrió también en Badajoz. Por eso el Ayuntamiento le dio las instalaciones, financió las obras de adaptación y le concedió una subvención anual. En los presupuestos que se aprueban hoy aparece de nuevo para este año, con 96.000 euros. En noviembre de 2006, el consejo de Gobierno de la UNED aprobó la extensión con el aula de apoyo en Badajoz. En marzo de 2007 comenzó a funcionar.

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Celdrán se decidió porque cada vez atendía a más alumnos, que se veían obligados a acudir a las tutorías y los exámenes a Mérida. Los exámenes se siguen realizando allí, pero la Plaza Alta ha permitido en estos años que 30 tutores impartan sus clases y miles de alumnos hayan podido recibir las clases en su ciudad.

Al ser un edificio catalogado, no dispone de grandes rótulos. Pero en sus puertas de cristal sí puede leerse que es sede de la UNED. Se ubica entre las Casas Consistoriales y las Casas Coloradas, en unas dependencias que en su día se destinaron a la Escuela de Hostelería y que se corresponden con once arcos hacia la plaza.

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En la planta baja está la administración y una biblioteca. Al estar abierta al público, son muchos los opositores que aprovechan las instalaciones. Está abierta en verano, salvo la primera quincena de agosto.

Las tres plantas superiores van reduciendo sus dimensiones conforme van subiendo. Así, la tercera es la más pequeña. Acogen siete aulas, aunque la sala más grande es la biblioteca y tiene 70 plazas.

Allí se puede estudiar cualquier titulación, aunque Derecho y Psicología son las más demandadas. También se imparten cursos, como los de acceso a la Universidad.

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La sede de la UNED trasciende la formación universitaria porque supone tener abierto un centro educativo mañana y tarde, y que muchos alumnos acudan cada tarde a las tutorías. Estas se imparten de lunes a viernes de 17 a 21 o 22 horas, lo que implica la subida y bajada de pacenses por el Casco Antiguo, algo fundamental para la regeneración de la zona histórica. El posible cierre llega tras un invierno de quejas por parte de vecinos y asociaciones, que han denunciado el deterioro de la convivencia por un auge en el menudeo de drogas en el Casco Antiguo.

Ejemplar del 30 de noviembre de 2006 en el que Celdrán valora le trasiego de alumnos en la Plaza Alta para la regeneración del Casco Antiguo. HOY

Trasiego de estudiantes

Fue el trasiego de estudiantes lo que más valoró Miguel Celdrán hace 17 años para decidirse a ceder este espacio. Aquel primer curso tuvo 668 matriculados, una cifra que ha ido oscilando entre 650 y 700.

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Dónde irán los alumnos cuando tengan que salir de ese inmueble es una pregunta que nadie responde. Ni la UNED, ni el Ayuntamiento. El Consistorio no ha explicado si ofrecerá otra ubicación a la Universidad a Distancia, dado que argumenta que está abierto a un nuevo convenio sin especificar alternativas. Tampoco qué tiene previsto instalar allí cuando se marche la UNED. «Las instalaciones van a tener un uso y una vez que se determine el mismo se anunciará», dicen desde el Ayuntamiento.

El PSOE prefiere que se mantenga la universidad. Pero, si no es posible, lo propone como emplazamiento para las Escuelas Municipales de Música, que actualmente se imparte en horario de tarde en los colegios.

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Manuel Jesús Rollano, estudiante de la UNED. HOY

«Sin la sede en la Plaza Alta me habría costado más aprobar el grado de Ingeniería Informática»

«Sin la UNED en Badajoz me habría sacado Ingeniería Informática, pero con más dificultad». Así lo cree Manuel Jesús Rollano (de 37 años, nacido en Badajoz) que tiene previsto terminar su trabajo de final de grado (TFG) este 2024. Él ha sacado la carrera en la sede de la Plaza Alta. «Sería una pena si cerrara. Es un sitio tranquilo. Nos han dificultado el aparcamiento por las obras del Campillo, pero tiene una buena biblioteca abierta a todo el que quiera estudiar».

Hace más de una década se animó a inscribirse en esta carrera, que la UEx ofrece en Cáceres y Mérida. Pero él no quería marcharse de Badajoz. Tras formarse en distintos ciclos y estudiar un tiempo en el campus de Mérida, se animó a probar en la universidad a distancia. Primero se dedicó solo a estos estudios, e iba con asiduidad a la sede de la Plaza Alta a recibir las tutorías. Después comenzó a trabajar como técnico informático. Ahora compatibiliza su empleo con la redacción del TFG.

Su experiencia ha sido muy buena. Se decidió a inscribirse porque, si seguía en la UEx, tenía que irse a vivir a Cáceres o Mérida. Empezó un programa piloto que no le convenció. El cambio le vino bien. «En la UNED tienes un temario básico, otro ofrecido por el profesor y una comunidad muy grande donde se comparten apuntes y trabajos. Aunque estaba a distancia, me sentí acompañado. Me gustó mucho porque estudiaba y aprobaba».

Los alumnos de la UNED en Badajoz tienen que acudir a Mérida a realizar los exámenes, pero tienen la posibilidad de hacer tutorías en el edificio de la Plaza Alta. «Las usé, sobre todo, el primer año. No ofrecían muchas clases, pero al principio fue una forma de acercarme a la Universidad. Me vino muy bien los primeros años. En una tutoría de una hora hacía la semana entera de estudio, algunas veces estábamos el profesor y yo. Eran clases particulares. Nunca hubo mucha gente y los profesores se lo curran».

Por eso él cree que, de no haber tenido la oportunidad de estudiar en la sede de Badajoz, se habría sacado igualmente la carrera. «Pero con más dificultad porque estaba muy perdido al principio».

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