A las diez de la mañana llega todos los días Jorge Moreno, voluntario de Cruz Roja, al colegio Lope de Vega.
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Este centro es uno ... de los 36 espacios que la entidad tiene distribuidos por toda la región, y uno de los que hay en Badajoz junto a Leopoldo Pastor Sito y el colegio Nuestra Señora de Fátima, que acogen los espacios Educativos Saludables de Cruz Roja.
El objetivo de estos campamentos no es otro que favorecer el desarrollo y la autonomía de los menores que viven en situación de vulnerabilidad. «Estos campamentos que solo en el colegio Lópe de Vega atienden a una veintena de niños de edades comprendidas entre los 4 y los 12 años, pretenden potenciar los espacios inclusivos para favorecer el desarrollo y la autonomía de los menores», explica la técnico responsable, Marta Pavón.
Mientras Pavón organiza los desayunos, que a diario reparten entre los pequeños, Moreno juega con los niños, que pese a su corta edad y venir de otro país, en la mayoría de los casos ya dominan el idioma. «Es mi primer día como voluntario, tenía muchas ganas de hacer algo de este tipo porque para mí es muy gratificante ayudar a estos niños», comenta convencido de que lo más importante para él estos meses será hacer que los niños se diviertan.
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Aunque la diversión para los pequeños comienza un poco más tarde del inicio de la jornada, ya que cuando llegan, a las diez de la mañana les esperan Lorena González y María de los Ángeles Jiménez las maestras que Cruz Roja pone a disposición de los menores en los espacios educativos saludables.
«Nuestra función es prestar refuerzo escolar a los pequeños. Es una labor que hacemos por niveles ya que tenemos niños de infantil y otros de primaria«, explica González.
Para agilizar esta tarea, Cruz Roja que es quién contrata a los maestros que darán clase en los campamentos, tiene establecido una ratio de 10 niños por docente. «Nos dividimos el grupo y reforzamos materias como lenguaje y matemáticas, porque hay niños refugiados de Ucrania que saben el idioma pero necesitan ayuda», cuenta Jiménez.
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Pero lo más importante de estos campamentos no es la formación académica, sino los valores y la cooperación. «Pretendemos que aprendan mediante juegos a respetar las normas, a tener compañerismo, porque la situación que viven en sus casas les dificulta su capacidad para relacionarse».
Con esta premisa, las monitoras, voluntarios y trabajadores sociales que conforman estos campamentos, trabajan de la mano de Marta Pavón para, que al menos, en verano la vida de estos menores sea más fácil. Y que así, estas semanas de convivencia dentro de Cruz Roja les aporte a los pequeños las herramientas necesarias para desarrollar habilidades sociales en el entorno de su vida diaria con el fin de integrarles en la sociedad.
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En los dos meses que dura el programa, julio y agosto, los campamentos 'Espacio saludable', brinda a las familias la posibilidad de combatir la pobreza infantil e instaurar ámbitos alimenticios saludables.
«Cada día les ofrecemos una pausa para las meriendas que es uno de los ejes centrales del proyecto», destaca Marta Pavón.
Esta actuación se complementa con una ayuda económica que se da en forma de tarjeta monedero. «Esto es posible gracias a la financiación de la consejería de Salud de la Junta, de los apoyos de otras entidades, y de los Ayuntamientos que nos ceden espacios públicos», comenta.
Además, estos campamentos ayudan a conciliar la vida familiar a personas que llegan de otros países. «Aquí no tienen a nadie para que cuide de sus hijos mientras ellos buscan trabajo y necesitan espacios como este».
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