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ALBERTO ARANDA
BADAJOZ.
Domingo, 11 de agosto 2019, 09:00
Desde hace pocos años, hay una modalidad deportiva de moda en Badajoz: la calistenia. Esta disciplina de entrenamientos, que consiste en realizar ejercicios físicos levantando únicamente el peso del propio cuerpo con los brazos, reúne a un gran número de aficionados todos los días en la zona de barras del parque del Guadiana.
Cualquier persona que haya dado un paseo por el recinto habrá podido ver a estos deportistas realizando sus entrenamientos diarios. Entre ellos, hay varios atletas de nivel. Es el caso de Pedro Sanabria, que además de ser todo un especialista en calistenia, es entrenador personal, un bailarín de break dance, profesor de artes marciales, cuarto dan de kárate y un gran aficionado al yoga.
«La calistenia es un deporte 'street workout', que quiere decir que se entrena en la calle. Actualmente no es así del todo, porque muchos gimnasios se dedican exclusivamente a esta modalidad, aunque en Badajoz todavía no hay ninguno», asegura este experto.
«Es un deporte muy sano, en el que con una simple barra vertical u horizontal puedes realizar una gran cantidad de ejercicios. Además, no necesitas complementos extras, como ocurre en el gimnasio. La principal desventaja es que es un deporte que cuesta. Hasta que consigues controlar tu cuerpo pueden pasar años y el desarrollo es muy lento. Es vital estar bien asesorado a la hora de empezar».
Pedro comenzó a hacer deporte con cinco años, gracias a su padre. «Él me inició en el mundo de las artes marciales. Es mi maestro y mi mentor. Después me empezaron a llamar la atención las acrobacias pero no pude asistir nunca a clases. Nunca me cogieron en gimnasia deportiva, así que empece con el break dance».
Sanabria descubrió la danza urbana y se dedicó a ella en cuerpo y alma, llegando a competir a nivel nacional e internacional. Pero el desgaste físico le pasó factura. «Hace cinco años que no lo practico porque las lesiones me han lastrado. Me he operado cuatro veces la rodilla, una vez el codo y me he roto las vértebras C4 y C5», afirma.
Estas lesiones y los tiempos de recuperación obligaron a Pedro a retirarse del break dance, pero fue en ese momento en el que descubrió la calistenia. «Fue hace cuatro años. Necesitaba recuperar las lesiones del break y reforzar mi musculatura. Descubrí la calistenia y aquí sigo. No se me da mal», comenta riéndose.
Además de todas las modalidades deportivas que practica, Pedro pertenece a la Asociación Pacense de Calistenia (APC). «Soy un mero asociado más. No soy de los que puedes tener dentro de un despacho mucho rato», indica.
«Nuestro objetivo es reunir a todos los chavales posibles y fomentar un deporte que se puede hacer en la calle. Queremos que la gente pueda estar al aire libre, con familia o amigos haciendo un deporte sano. Hay mucho talento en esta ciudad, verdaderos campeones, y por falta de medios y de implicación se nos están yendo fuera», explica resignado.
Recientemente, la APC acudió al Ayuntamiento para pedir que se mejoren las instalaciones en las que se practica calistenia. «Fuimos para pedir que, justo al lado de las barras, se haga un parque de calistenia de verdad, como los que hay en Navalvillar de Pela o Don Benito, que son ciudades con mucha menos población que Badajoz. Hay un poco de desconocimiento con la calistenia. Las barras del río, por ejemplo, han ayudado a que se descubra esta modalidad, pero necesitamos unas buenas barras. Éstas no tienen buen agarre, porque la pintura que tienen resbala. La fijación al suelo debe ser más sólida y el grosor de la barra tiene que ser el mismo en todas».
Además de destacar en varias modalidades deportivas, Pedro es un viajero nato. En lugares como Nueva York, Tokio, Tailandia, México u Honduras también le han visto en acción. «Son viajes que hago solo. Contacto previamente por redes sociales con gente que trabaje como lo hago yo y al llegar allí entreno con ellos. Si hay suerte y alguien me contrata, perfecto; si no, me limito a disfrutar la experiencia, a enriquecerme personalmente y a aprender. Cuando sales de aquí ves el grado de compromiso y de implicación que hay en otros países en este ámbito».
En sus viajes a Asia fue donde Pedro descubrió el yoga y cómo podía ayudarle en su día a día. «El yoga para mí es una bocanada de oxigeno ante tanto ejercicio agresivo como son la calistenia y las artes marciales. Lo hago antes y después de cada entrenamiento. Es muy sano y terapéutico. Es un complemento de vida».
En lo que a alimentación se refiere, Pedro afirma que le encantaría ser vegano. «Pero la agresividad de los deportes que practico me obligan a consumir proteína animal. Tendría que comer mucho tofu para compensar unos filetes», asegura entre risas.
El Instagram de Pedro (pstrainer.world) está repleto de vídeos en los que comparte sus habilidades y viajes con sus casi 3.000 seguidores, además de estar disponible para cualquiera que necesite sus servicios.
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