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Manuel Antonio Ambrosio Mateos murió a los 68 años el jueves 21 de abril en la UCI del Hospital Universitario de Badajoz. El fallecimiento está ... fijado a las 10.10 horas en el parte de defunción, pero la familia no fue informada hasta las 15.45 a pesar de estar en la puerta del centro hospitalario. Por este motivo, una de sus hijas, Estefanía Ambrosio, ha presentado una queja en el SES.
A las 16.00 horas del día anterior su padre había sufrido un aneurisma en la aorta a la altura de la cadera cuando estaba jugando a las cartas en un bar de San Martín de Trevejo, su pueblo. Avisaron al SES, acudió una UVI móvil y le llevaron a los servicios sanitarios de Valverde del Fresno y de allí a Cilleros. Le trasladaron a Coria, donde decidieron que lo mejor era derivarlo al Hospital Universitario de Badajoz.
En cada paso, los sanitarios advirtieron a la familia que la situación era muy delicada. En Coria, según explica su hija, les informaron de que «las posibilidades de sobrevivir eran mínimas y que podía volverse fallecido a medio camino». A pesar de ello, llegó con vida al Hospital Universitario, donde ingresó a las 22 horas. «Al entrar nos informaron de que la situación era muy grave y que sus posibilidades de superar la noche eran de un uno por ciento». A pesar de ello, Manuel Antonio salió de quirófano con vida a las cuatro de la madrugada. Informaron a su familia del siguiente paso, que era ingresarlo en la UCI y advirtiendo de que su vida seguía siendo de extrema gravedad.
Por eso les pidieron dos números de teléfono a la esposa y los hijos, que se habían trasladado desde el norte de Cáceres a Badajoz. Sobre las seis de la mañana, los móviles sonaron. «Nos dijeron que subiéramos corriendo, que había tenido problemas y que era momento de despedirnos. Subimos todos y ahí nos repiten que no se va a salvar». Fue la última vez que lo vieron con vida y la última vez que el hospital tuvo la iniciativa de informarlos del estado de su padre.
Los sanitarios quedaron en avisarlos del desenlace cuando se produjera. La madre de Estefanía y esposa del paciente pudo quedarse con él hasta las 7.30 horas y recibió un pase para acceder a la UCI a las 13 horas. Viendo que el reloj avanzaba y que nadie la informaba, acudió a las 12.30 horas y preguntó a los sanitarios que veía pasar. La respuesta solía ser la misma: si nadie la había llamado ni nadie había salido a buscarla es que su marido se encontraba en la misma situación. Los minutos pasaban y ningún teléfono sonaba, así que algunos hijos subieron. Les pidieron que se marcharan porque allí no podían estar y les repitieron lo mismo: no había novedades.
La madre se quedó sola sobre las 14.30 horas a las puertas de la UCI. Una hora y cuarto después, Estefanía subió a verla. «Después de suplicar que nos den información, el personal (del hospital) nos sigue diciendo que esperemos y es cuando me pongo nerviosa y comienzo a gritar», reconoce Estefanía. Entonces sale una enfermera para interesarse y le dice que va a preguntar. Vuelve a los pocos minutos, le explica que su padre ha fallecido y que se encuentra en necropsias. Eran las 15.45 horas.
La familia se dirige a esa área con desazón. Allí se encuentran las puertas cerradas y en primer momento les dicen que desconocen si hay alguien. Posteriormente, les confirman que hay una persona en las dependencias y que se trata de su familiar. Piden verlo, pero les responden que no es posible hasta que llegue la funeraria. Cuando se presentaron los trabajadores de este servicio pudieron ver el parte de defunción. Ahí ponía que la hora del óbito eran las 10.10 horas. «Mi padre llevaba seis horas muerto y el hospital no nos avisó», lamenta una de sus hijas.
Por este motivo ha presentado una queja al SES el día 25 de abril. En ella pide saber por qué no fueron «informados por ningún medio y por qué no se siguió el protocolo que indica que, tras el fallecimiento, tiene que personarse un familiar para reconocer al paciente y llevar a cabo los trámites correspondientes. Si no llegamos a subir enfadados a las 15.45 horas, ¿se nos habría informado? Y ¿por qué si mi madre llevaba esperando desde las 12.30 horas en la UCI no fue informada?».
Estefanía cuenta esta historia «para evitar que otra familia pase por lo mismo».
HOY ha preguntado al SES por este caso, pero no ofrecen información de casos particulares.
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